Fue el pasado 26 de abril que Netflix estrenó la serie que aborda la vida personal y trayectoria artística de Fito Páez, El amor después del amor, que venía anunciándose desde hace varios meses. El principal rostro de la producción de streaming, específicamente quien interpreta a Fito en su juventud, es el actor Iván Hochman.
Como se suele hacer en este tipo de series o películas sobre personajes de interés público, Hochman realizó una intensa preparación para poder encarnar lo mejor posible al músico argentino y que eso se reflejara en la pantalla. Ese proceso no fue nada sencillo, según comentó el intérprete de 28 años al programa televisivo Nosotros a la mañana, producido por el canal El Trece del país vecino.
Una transformación de pies a cabeza
La historia de Iván Hochman con El amor después del amor comenzó cuando apareció el aviso digital de que se había iniciado el casting para interpretar al creador de Dos en la ciudad. En sus palabras, fueron alrededor de 15 personas que le enviaron el anuncio para que acudiera a la prueba.
A continuación, Hochman relató los cambios que tuvo que enfrentar tras saber que tenía el papel, debido a la contextura física que tenía Páez durante su juventud: “Bajé unos seis o siete kilos para hacer el personaje. Yo ya soy flaco, pero la producción me dijo ‘che, nos gustaría que vayamos más allá porque en esa época no comía, era muy flaco’”.
Mientras hablaba en el estudio, el actor también recordó que en ese periodo incluso tuvo que tomar cuidados muy especiales, por ejemplo, no exponerse al sol para no broncearse demasiado la piel.
“La serie empezó en enero del 2022 a filmarse y yo ya desde julio del 2021 no tomaba sol. No de ir a tomar sol, sino de ponerme protector solar para salir de casa. Igual hay que hacerlo siempre pero para mí es muy atípico, porque me bronceo muy rápido. Entonces no tomaba sol, no estaba nunca a la luz”, dijo.
Además de esos factores, habían otros elementos de caracterización muy necesarios para construir el personaje, contó Hochman. Entre ellos, al menos cinco cambios de pelo diferentes que incluyeron pelucas y extensiones, así como también el maquillaje y vestuario: “Hubo mucho trabajo de los equipos para que aparezca este Fito”.
El inolvidable encuentro de Iván Hochman y Fito Páez
Además de entregar detalles sobre la transformación física que realizó durante el proceso de grabación de la serie, Hochman dio a conocer su experiencia personal de cómo fue conocer al artista rosarino.
“Siento que todos lo encaramos desde un lugar tan profesional de decir ‘es casi un objeto de estudio, voy a estudiar a esta persona, su música, su recorrido, sus vínculos, sus formas’. Cuando nos encontramos pudimos encararlo desde un lugar profesional, en el que no nos dejábamos avasallar por nuestro propio fanatismo”, explicó.
Aunque el actor recalcó que todo el equipo de El amor detrás del amor, incluyéndolo a él, fue profesional al momento de encontrarse con las leyendas de la música que aparecen en la serie, añadió que si se separaba un segundo de esa perspectiva, podía darse cuenta de la magnitud que lo que realmente estaba ocurriendo.
“Digo ‘es Fito Páez. Estuve hablando con él, en su casa’. Eso es increíble”, indicó Hochman. Y es que el actor, junto a otras integrantes de la serie biográfica de Netflix, tuvo la oportunidad de visitar en su propia casa a Páez, donde pudieron conocerse mejor y conversar distendidamente.
“Estuvimos merendando con él, es una persona amorosa, increíble y divertida. Charlamos, hablamos un montón de cosas, de arte, cine, música, de la vida. En un momento él dice ‘bueno, tengo una reserva en un restorán con mi novia así que me voy a ir pero ustedes se quedan, quédense, yo vuelvo en dos o tres horas’”, recordó Hochman en el programa televisivo.
En sus palabras, cuando el intérprete de Circo Beat se fue de la casa, todos los actores quedaron en blanco, sin saber qué hacer: “Nos quedamos alrededor de la mesa charlando como ‘qué loco, qué lindo’. Nadie se animaba a sentarse y hacerse cargo de que nos había dejado en su casa solos. En algún momento les digo ‘chicos, hagámonos cargo, nos vamos o nos quedamos’. Nos sentamos y nos quedamos en la casa”.
“Cuando se fue esta persona real de carne y hueso con la que habíamos charlado, quedó flotando el aura del ídolo, que era Fito Páez. Estaban las fotos de Fito joven con Mercedes Sosa y Charly (García), sus objetos, sus premios, sus discos y su piano”, concluyó Hochman.