Terminado el largo feriado dieciochero, la preocupación por disminuir los varios kilos de más aparece casi de inmediato. Pero una rápida búsqueda de la palabra "dieta" en la web, para que aparezca una serie de recomendaciones, tips y explicaciones para bajar de peso, desde comer cinco días y ayuna dos, hasta la receta del jugo verde que lo hará perder tres kilos a la semana.

La mala noticia es que según los especialistas, expertos en nutrición y ejercicio, ninguna de estas dietas de moda conseguirá el efecto deseado, sino todo lo contrario: pondrá en riesgo su salud, aparecerá el temido efecto rebote y lo poco que podría perder, lo subirá apenas deje la "súper dieta".

¿Qué funciona entonces? Nada nuevo ni milagroso: dieta balanceada y ejercicio, lo mismo que se recomienda desde hace años, pero con algunas variaciones.

Ciencia demostrada

"Las dietas de moda se caracterizan porque son muy restrictivas y  por lo tanto, en muy poco tiempo sí se puede bajar de peso. El problema es que son peligrosas porque la persona ingiere muy pocas calorías, lo que dificulta las actividades de la vida diaria. Además, promueven combinaciones de alimentos que no son saludables, como comer mucha grasa y nada de carbohidratos o solo proteínas, por ejemplo", explica Eliana Reyes, nutrióloga e integrante del Programa de Obesidad y Diabetes de Clínica U. de Los Andes. También tienen riesgo quienes toman antibióticos o antiinflamatorios y realizan este tipo de dietas .

Según la nutrióloga de Clínica Las Condes, Ada Cuevas, dietas que promueven el ayuno (ayunar dos días y comer los otros cinco, o comer solo durante ocho horas al día y dejar 16 de ayuno), se han evaluado y no tienen mejores resultados que otro tipo de restricciones alimentarias. Pero sí tienen riesgos, sobre todo en personas con diabetes, enfermos renales, con problemas cardíacos.

Lamentablemente para algunos, lo que sí funciona es una dieta balanceada, hipocalórica, acompañada de ejercicios y actividad física. "Científicamente, y que ha demostrado que resulta, es lo clásico: ingerir menos calorías, provenientes de una dieta balanceada y ejercicio físico. Solo haciendo dieta puede bajar los dos primeros meses, pero luego viene un periodo de adaptación en el que por más que restrinja la comida, no se bajará más de peso. Tiene que incluir el ejercicio", señala Reyes.

"También se ha comparado una dieta restrictiva alta en proteínas y baja en carbohidratos con una dieta más equilibrada en que solo algunos días se restringe un poco los carbohidratos y se aumentan las proteínas. Se ha visto que la última opción da mejores resultados a tres meses. Lo que pasa con las dietas muy restrictivas es que las personas se aburren y son difíciles de llevar, se necesitan los carbohidratos. Comparadas en el largo plazo y con la misma cantidad de calorías pero desde distintos nutrientes, los resultados son muy similares", dice Cuevas.

La adherencia en el largo plazo es fundamental, dice esta especialista, por lo que para tener buenos resultados, se requiere adecuar un plan de alimentación a la persona, según sus gustos, su actividad, su edad.

¿Cuánto bajar? Con una dieta balanceada y ejercicio, es habitual que una persona baje entre dos y cuatro kilos en un mes. Pero si se trata de una persona que ya ha realizado dietas restrictivas con anterioridad, la reducción puede ser menos porque el cuerpo se adapta a esta menor ingesta, lo guarda en su memoria y reduce aún más su gasto calórico basal (calorías que gasta en reposo).

¿Existe el mejor ejercicio?

Respecto del ejercicio, Cuevas dice que debe ser un complemento como patrón de vida saludable. "Tiene impacto en la mejoraría de la composición corporal. Si solo se restringe la ingesta calórica, es posible que se pierda musculatura. El ejercicio evita una disminución del metabolismo, mejora el ánimo, los parámetros de insulina, la condición general del paciente. En el largo plazo es bueno porque quien adquiere el hábito del ejercicio le resulta más fácil mantener el peso", indica.

Pero no con cualquier ejercicio obtendrá mejores resultados. Un estudio desarrollado por Clínica MEDS y las universidades de Concepción y Santo Tomás, recién publicado en la revista Frontiers in Physiology demostró que en mujeres con obesidad, el entrenamiento polarizado (baja intensidad combinado con alta) es más efectivo en la reducción de peso y disminución de grasa corporal. "Esto representa un cambio de paradigma en la visión de tipos de ejercicio que se aplican en los pacientes", dice Carlos Henríquez, doctor en Ciencias Biomédica y uno de los investigadores.

Este estudio chileno, que por primera vez se realiza en pacientes no deportistas, probó diversos protocolos de ejercicio (entrenamiento intervalo, moderado y polarizado) con test que midieron el consumo máximo de oxígeno, la sensibilidad a la insulina, composición corporal y lípidos en sangre.

Desde Dinamarca, donde realiza una estancia postdoctoral en la U. de Copenhague, Henríquez explica que en los últimos diez años se ha estado investigando qué son los entrenamientos a intervalos (combinación de ejercicios de alta intensidad con breves intervalos de descanso) y si son mejores que los largo tiempo a baja intensidad.

"Lo que hicimos fue mezclar ejercicio de baja intensidad y más tiempo de duración con ejercicios de alta intensidad y menos tiempo. Esto en una proporción de 80% y 20% del tiempo. En 12 semanas, de las 64 mujeres obesas que participaron en el estudio, aquellas que tuvieron ejercicio polarizado perdieron 4 kilos de peso, mientras que el grupo que realizó ejercicio a baja intensidad bajó dos kilos y el de intervalos, solo 500 gramos. De esta pérdida, las del primer grupo perdieron tres kilos de grasa, mientras que el segundo eliminó 1,5 de grasa y el último solo uno.

"Cada tipo de ejercicios tiene efectos biológicos distintos, que activan distintas proteínas y músculos en los músculos de las personas. En general, no son tan eficientes en la baja de peso por sí solos, pero sí provoca cambios metabólicos. En este caso, el polarizado, produjo más pérdida de tejido adiposo, más beneficios en la resistencia a la insulina y mejoró la capacidad aeróbica de las pacientes, que es un predictor de la mortalidad", señala Henríquez. Es improbable que esta baja se haya producido por el aumento del gasto calórico, sino más bien por cambio en el metabolismo basal, ya que la capacidad de oxidar grasas y carbohidratos mejora.

En pacientes con sobrepeso, dice Henríquez, el ejercicio polarizado es igual de efectivo.