Aunque la tiña, el nombre común de un conjunto de afecciones a la piel llamadas dermatofitosis, es considerada en general como un padecimiento asociada a la suciedad y la precariedad, puede prevalecer y afectar a cualquiera debido a que su contagio puede inclusive darse por un animal de compañía. No solo eso, también lo provoca un agente de fácil contagio y altamente infeccioso.
Definida como un conjunto de micosis zoonósicas superficiales que afectan a la piel, tanto a la epidermis como en la uñas y pelos, este padecimiento es provocado por hongos parasitarios de la queratina (dermatofitos) que habitualmente afectan a zonas como la planta del pie (pie de atleta), uñas, ingles e inclusive el cuero cabelludo. Y esta última zona ha sido el foco de un brote que ha sido detectado en España.
Según da cuenta El País, un estudio realizado por dermatólogos analizó 107 casos detectados en peluquerías. Lo anterior se indagó en base a una “sospecha epidemiológica” generada por la detección de un patrón: infecciones que afectan al cuero cabelludo de adolescentes que habitualmente se rasuran y degradan su pelo en peluquerías. Una situación que ya había sido detectada en otros países en el pasado, como lo sucedido en 2020 en barberías de Alemania.
“Veníamos observando infecciones del cuero cabelludo en adolescentes con costumbre de ir a rasurarse a peluquerías. Pero eran solo observaciones puntuales y decidimos hacer una recogida de casos para definir el patrón clínico, el hongo causante y el patrón para reconocerlo, porque a veces puede parecer caspa o un eccema”, planteó Jorge Romaní, dermatólogo del Hospital de Granollers en Barcelona, uno de los autores del estudio que aún no ha sido publicado en la revista científica Actas Dermo-Sifiliográficas.
Según el estudio, la mayoría de los casos afectados tenían a un causante en común, un hongo antropofílico emergente llamado Trychophyton tonsurans. Asimismo, aunque no ha logrado comprobarse, debido a que debe realizarse una investigación por parte de las autoridades de salud, los dermatólogos sospechan que el brote fue causado por problemas de higiene en las peluquerías. Mal que mal, el hongo se puede transmitir tanto por el contacto con otro humano contagiado como por superficies y utensilios que han sido contaminado por las esporas. Y es ahí en donde entraría a jugar la máquina de rasurar.
Lo anterior se relaciona con el hecho de que gran parte de los afectados analizados, principalmente hombres adolescentes, tenían en común un padecimiento enfocado en la nuca, lo que da a suponer que se causó por la realización de un corte de pelo con el estilo estético del degradado que se ha popularizado en los últimos años. Asimismo, esa misma moda requiere acudir constantemente a una peluquería para mantener el estilo ante el rápido crecimiento del cabello y, más aún, la propia acción con la rasuradora implica una irritación que favorece a la penetración de las esporas del hongo.
Acudir rápido al médico es relevante
La situación detectada en España causa preocupación no solo por el factor estético o las molestias que genera la afección del cuero cabelludo, que incluye los síntomas parecidos a la caspa o el eccema, sino que también por la posibilidad de que, ante una falta de tratamiento oportuno, se afecte a la piel de tal forma, que algunas zonas de la cabeza terminen con una alopecia permanente. Y gran parte de los casos tuvieron un diagnóstico tardío, aunque los dermatólogos destacaron que tuvieron un tratamiento satisfactorio.
En ese sentido, los síntomas de la tiña incluyen la aparición de zonas irritadas de color rojizo, que en estos casos involucraba las áreas en donde el cabello está corto, concentrándose en la nuca. Sumen la piel escamosa y sensible en el cuero cabelludo, inflamación y dolor en la zona afectada. También sumen cabello frágil, pérdida de pelo e inclusive fiebre en los casos con un diagnóstico más tardío.
En ese sentido, ante la sospecha del padecimiento, la clave principal es asistir a un especialista dermatológico con prontitud. Realizar un diagnóstico precoz ayudará a evitar no solo los síntomas más graves, sino que sus consecuencias más indeseadas.