La Niña todavía no llega, pero continúa en el pronóstico de los próximos meses. La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) aseguró que existe un 70% de probabilidad de que el fenómeno se instale entre agosto y octubre. Mientras tanto, hay países que ya comienzan a prepararse.
En Latinoamérica, uno de ellos es Colombia, un territorio que ha sufrido las consecuencias de Niñas pasadas y que ahora está implementando una serie de medidas para aminorar los daños.
Según un reporte del Banco de la República de Colombia, La Niña 2010-2011 fue “uno de los peores desastres naturales en la historia de Colombia”, pues “provocó considerables pérdidas civiles y económicas”.
Las cifras muestran que, a raíz de las precipitaciones —que fueron intensas y persistentes— hubo 2.350.207 colombianos damnificados y 869.032 afectados. Esto quiere decir que al menos un 10% de la población sufrió estragos a raíz del fenómeno.
Ahora, Colombia está preparándose para el peor escenario posible.
Qué medidas está tomando Colombia para la llegada del fenómeno La Niña
Aguaceros torrenciales, inundaciones, deslizamientos, avalanchas y vientos intensos. Esos han sido los efectos que La Niña provocó en visitas pasadas en Colombia, dejando al país en un estado crítico de emergencia.
Es por esto que las autoridades se han puesto en marcha con acciones preventivas. Entre ellas, la reubicación de 174 familias que vivían en zona de riesgo de deslizamientos en Bogotá.
Además, Carlos Fernando Galán, alcalde de Bogotá, anunció que desde el Instituto Distrital de Gestión de Riesgos y Cambio Climático (Idiger) tendrán a disposición un total de $55.000 millones de pesos colombianos para atender emergencias provocadas por La Niña.
Por otra parte, están analizando y monitoreando las áreas vulnerables a sufrir deslizamientos, como los terrenos montañosos y las construcciones informales. También han identificado 240 árboles en riesgo de caída que serán intervenidos y, si es necesario, talados y reemplazados (dos árboles nuevos por cada árbol inestable retirado).
Por su parte, la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (UAESP) retiró más de 55.000 toneladas de residuos de alcantarillas, ríos y quebradas para evitar el taponamiento y la inundación de Bogotá cuando comiencen las lluvias.
Pero, además de implementar acciones preventivas, la capital colombiana ha optado por concientizar a los ciudadanos para evitar, por ejemplo, que arrojen residuos en las calles, que identifiquen árboles que podrían caer y que estén atentos a la información oficial para mantenerse a salvo.
“Los fenómenos climáticos cada vez son más intensos. En este segundo semestre tendremos un fenómeno de La Niña que va a ser fuerte porque se junta con la temporada de lluvias tradicionales que se presenta en la ciudad”, dijo en una conferencia de prensa la secretaria de Ambiente colombiana, Adriana Soto.
“Bogotá es vulnerable ante las lluvias extremas; se pueden presentar deslizamientos, desbordamientos de las quebradas y ríos que atraviesan la ciudad, inundaciones y caídas de árboles, entre otros, por eso nos estamos preparando desde ya”.