Fue en septiembre pasado cuando Apple presentó al mundo su nuevo iPhone 16, un evento de tecnología al que pudimos asistir gracias a la invitación de la misma compañía, allá en Cupertino, California.
La experiencia fue impresionante: un teatro Steve Jobs repleto de periodistas, vloggers e influencers –además de ejecutivos de Apple, obvio–, mostrando en pantalla gigante las novedades del teléfono, lo que fue precedido por un saludo en vivo del CEO, Tim Cook.
Concluido aquello, vino la locura. Una estampida de los cientos de invitados que querían probar los equipos y salir rápido con sus impresiones para sus notas y videos. Pero a ya dos meses de aquella efervescencia, ¿qué se puede decir del equipo?
Antes del juicio que esperas a la pregunta hecha en el titular, debemos hacer la diferencia entre el modelo base, el iPhone 16, y su versión más ambiciosa, el 16 Pro, equipo que llevo probando desde su llegada a Chile hace poco más de un mes.
Para ambos casos estamos frente a un equipo con características que Apple tiene acostumbrado a sus usuarios: un diseño de gran calidad, interfaz sencilla y con rendimiento super fluido, batería de uso suficiente para un día, excelentes cámaras, además de seguridad y privacidad de alto estándar.
Este año una de las grandes novedad fue el nuevo botón –que Apple no quiere que así le llamemos– bautizado como Camera Control (control de la cámara). Llegó para ambos modelos (base y Pro) y ya con esto hace más difícil la idea de elegir entre uno y otro, sí únicamente por novedades nos basamos.
El Camera Control se ubica en la esquina inferior derecha. Su plan es hacer más sencilla la forma en que sacamos fotos y videos, permitiendo ajustar zoom, exposición y tipo de cámara, mediante presiones y deslizamientos del dedo. Es por esto que para Apple llamarlo “botón” es algo así como reducir sus potencialidades.
Sobre esta nueva herramienta, te explico más en este video (y mis impresiones).
Volviendo a hablar de ambos modelos del iPhone 16, hagámonos cargo de sus diferencias y qué mejor que con un cuadro comparativo –lo más simple posible– que te sacará de dudas a la hora de elegir entre uno y otro.
Como se observa, este año Apple hizo más difícil la elección, pero para bien: los precios son similares a los valores de salida (a igual equipo) del año previo y, además, la versión base no sufre de tantos recortes de funciones en desmedro del Pro. En definitiva, ir por uno u otro es adquirir un potente teléfono inteligente por donde sea.
Bueno, ¿me cambio al iPhone 16?
Todo dependerá de tu equipo actual, y de una promesa de Apple.
Como se observa, las mejoras en hardware están. Entre más y menos, sí hay cambios entre el modelo del iPhone 15 al iPhone 16: cámaras, potencia, construcción y colores. Pero el mayor ruido es la promesa: el Apple Intelligence.
Como ya lo advertía mi compañero en esta columna, la IA de Apple puede ser un arma de doble filo ya que si bien existe y actualmente la disfruto, lo cierto es que no llegó desde el día uno, y por ahora, no es para todos. Algo que molesta ciertamente, ya que se vende como una de las grandes novedades del equipo.
Para mi caso, debí modificar el territorio (EE.UU.) y poner en inglés el dispositivo, para empujar la llegada de este servicio. Sobre Apple Intelligence, la firma señala en su web que “algunas funcionalidades y la disponibilidad en otros idiomas” se irán agregando “en el transcurso del próximo año”.
Si solo consideramos este aspecto, la IA de Apple como argumento para cambiarse, detendría el ánimo de cualquier comprador puesto que aún es restrictivo e incierto en su fecha de arribo. La frase “transcurso del próximo año” abre demasiado el cronograma y por lo mismo, ¿no será mejor esperar hasta el iPhone 17 cuando –todo indica– el Apple Intelligence esté disponible desde el día uno y en todos los territorios e idiomas?
Pero insisto, si sólo nos basamos en esta función, llamaría a la calma en su compra, pero el iPhone 16 es mucho más que la IA, que además viene funcionando y aplicando Apple hace años sobre todo en materia de fotografía, seguimiento y rendimiento. Es más, en mi uso diario Apple Intelligence no me hace gran diferencia y tiene mucho margen de mejora. En tanto, el equipo en su funciones más conocidas me aporta y deslumbra, al grabar videos y sacar fotos.
Aquí algunas.
Sí, me gustan las panorámicas de la ciudad. Pero fuera de ello, los resultados develan la buena calidad de cámara que tiene –en este caso– el 16 Pro. Sumado a ello, utilicé la herramienta nativa “estilos” que agiliza mucho la edición de fotos, elevando el resultado buscado.
Pero no sólo de buenas fotos hablamos, en video la calidad está asegurada, y en este modelo lo potencian con Mezcla de Audio, una nueva herramienta que estrena el iPhone 16 y 16 Pro, que mejora notablemente el sonido de los videos y de sus hablantes.
Hay tres modos: primer plano, estudio y cine, que harán variar la escucha de la escena. Todo esto gracias a los micrófonos de “calidad estudio” del equipo, que captan y luego se procesan con la inteligencia artificial nativa.
Es impresionante en cuanto a que la edición del modo de audio que queramos, se hace instantáneo al escoger entre uno modo u otro. Si bien en ocasiones suena ligeramente metalizado algunas voces –por suprimir el ruido de fondo–, no dejan de sorprender los resultados según mi experiencia.
Pero ya: respondamos a lo que vinimos. Evaluando todas las prestaciones y diferencias entre un modelo y otro, considero que aquel con un iPhone 15 (aún más si es Pro), no debería dar el salto ya que no pierde mucho más allá del control de cámara y la IA prometida.
Ahora bien, si eres un usuario de un iPhone 14 hacia abajo, el salto está justificado: tendrás mejores cámaras y mucho mejor rendimiento, junto con variedad de colores y prestaciones. Asimismo, podrás ser uno de los primeros en probar ciertas características de la IA (que en algún momento llegará para todos, con el iPhone 16 de partida), extendiendo sus capacidades por un par de años.
¿Y si soy Android? Acá se nos complica la respuesta, pero haciendo símiles debemos considerar que el iPhone es un equipo de gama alta. A iguales equipos en gama, tanto de Samsung, Xiaomi o Google (con sus Pixel), varios ya cuentan con prestaciones similares en cuanto a IA. Por ese lado, no hay gran cambio. Pero varias de las funciones aquí descritas son exclusivas en Apple, junto con ser además un entorno diferente. Entonces, hay que evaluar el caso a caso.
Por regla general, yo comparo la gama alta de Android que se tiene para ver si vale la pena el cambio. Eso, más el precio con otros equipos de altas prestaciones y que sin duda definirán la decisión.