Los 28 países miembros de la Unión Europea decidieron el día de ayer prohibir de forma definitiva el uso de tres insecticidas neonicotinoides por ser peligrosos para las abejas, principalmente las polinizadoras.
En febrero pasado, los científicos de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria dictaminaron que los tres pesticidas: imidacloprid, clotianidina y tiametoxam, eran nocivos para las abejas silvestres y las melíferas y están vinculadas al bajo porcentaje de su población.
Estos pesticidas son mayormente utilizados en cultivos de maíz, colza, algodón y girasol, y son absorbidos por las plantas concentrándose en el polen y néctar de la flor. Si bien son muy útiles para proteger los cultivos de las plagas, diversos estudios científicos han comprobado lo perjudicial que estos pesticidas tienen sobre las abejas al afectar su sistema nervioso central.
El Comisario de Sanidad y Seguridad Alimentaria celebró la decisión de la UE señalando que "la salud de las abejas sigue siendo de vital importancia para mí, ya que afecta a la biodiversidad, la producción de alimentos y el medio ambiente".
Desde el 2013 estos pesticidas ya estaban restringidos en Europa, pero con un nuevo informe realizado por la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria en febrero de 2018 alertó que los pesticidas no solo perjudicaban a los cultivos, sino que también contaminaba el suelo y el agua, afectando a flores silvestres y cultivos posteriores, señala el medio español El Mundo.
Con estas nuevas pruebas se presentó una propuesta a la Comisión Europea para restringir definitivamente el uso de insecticidas. De esta forma estos tres insecticidas no podrán ser usados al aire libre y los neonicotinoides solo podrán ser utilizado en invernaderos permanentes donde no exista contacto con las abejas.