Fue una de las mentes más brillantes de las últimas décadas y, según sus cercanos y quienes trabajaron con él, con su muerte no solo dejó a la gigante Apple detrás, sino también grandes lecciones de vida.
Se trata de Steve Jobs, el hombre que cofundó Apple y que estuvo a la cabeza de los equipos que sacaron adelante el iPhone y la serie completa de productos que hoy son utilizados por millones alrededor de todo el mundo.
Pero pese a estar en la cima Jobs seguía siendo humano. Fue diagnosticado con un cáncer de páncreas en 2004, con el que batalló hasta el 5 de octubre de 2011, el día que falleció.
Durante esos siete años, entre dietas, cirugías y tratamientos alternativos, el magnate comenzó a reflexionar sobre su vida y qué tan conforme y feliz estaba con todo lo que había logrado.
Fue así como eligió 3 preguntas claves que todos deberían hacerse para saber si son realmente felices y, si no lo son, poder encaminarse para lograrlo.
1. ¿Estoy viviendo la vida que quiero y trabajando en el trabajo que quiero?
Los últimos años de Steve Jobs, los estuvo bailando con la muerte. Fue así cómo, según distintos discursos que dio, comenzó a “vivir cada día como si fuera el último”.
Sin embargo, el magnate aseguró que no se debe pensar en la limitada cantidad de tiempo que tenemos en la Tierra como algo triste o deprimente. En cambio, debemos valorarlo y utilizar ese tiempo de la manera más significativa posible.
2. Si hoy fuera el último día de mi vida, ¿querría hacer lo que voy a hacer hoy?
Jobs aseguró que esta pregunta se la hacía todos los días, parado frente a su espejo, después de haber sido diagnosticado con su cáncer terminal.
“Cuando la respuesta es no durante muchos días seguidos, es ahí cuando sé que necesito cambiar algo”. A veces, hacerse esta pregunta puede asustar, no obstante, Jobs recomendó ser lo más sincero con uno mismo y confrontarse, pues es “la única manera de ir hacia la búsqueda de algo nuevo, algo que pueda ser tu verdadera vocación”.
También reveló que, en sus últimos años de vida, su respuesta solía ser un rotundo “¡Sí!”, pues estaba haciendo y trabajando en lo que más le apasionaba, tenía un propósito.
3. ¿Estoy haciendo lo que me gusta?
“Tienes que encontrar lo que amas. Tu trabajo va a ocupar gran parte de tu vida, y la única manera de estar verdaderamente satisfecho es haciendo lo que crees que es un gran trabajo. Y la única manera de hacer un gran trabajo es amar lo que haces”, dijo Jobs en uno de sus discursos reflexivos.
La importancia de encontrar un propósito en todos los ámbitos de la vida es que comienzas a amar lo que haces y dónde estás. Esto, en especial en el trabajo, aumentará la felicidad, pero también la productividad.