¿A quién no le gusta una buena carcajada? Innumerables estudios han destacado los maravillosos beneficios de reír para la salud, los que incluyen mejorar el sistema inmunológico y reducir, por ejemplo, la ansiedad.
Un estudio incluso sugirió que la risa puede ayudar a aumentar la fertilidad entre mujeres.
Quienes fueron sometidas a fertilización in vitro y entretenidas por payasos, tenían un 36 por ciento de posibilidades de quedar embarazadas frente a un grupo de control del 20 por ciento.
La risa tiene buena prensa. Pero como ocurre con tantas situaciones en la vida, resulta contradictorio tener demasiado de algo tan bueno.
De hecho, se han reportado casos raros de personas que se rieron hasta morir de una forma horrible u otra.
Los expertos creen que es probable que haya un límite en cuanto a la cantidad de risa que es buena para la salud.
“No tenemos la menor idea de hasta qué punto es seguro reírse”, dijo al New York Times el profesor Robin E. Ferner de la Universidad de Birmingham.
“Probablemente haya una curva en forma de U: la risa es genial, pero las risas en grandes cantidades tal vez sean horribles”.
Estas son las formas inquietantes en las que reír podría resultar fatal, en casos raros:
1. Aneurisma cerebral
Todo parece ir de manera divertida y juguetona hasta que algo explota en tu cerebro.
Según los médicos, en casos raros reír demasiado puede provocar la explosión de un aneurisma cerebral.
Como reza el Servicio Nacional de Salud británico, un aneurisma cerebral ocurre cuando hay un bulto en un vaso sanguíneo debilitado.
Por lo general, los aneurismas cerebrales causan síntomas perceptibles si estallan.
Algunos expertos creen que hasta una de cada 20 personas tiene aneurismas intactos, la mayoría sin saberlo.
Según señaló el doctor James Hamblin, experto en salud pública de Estados Unidos, en un ensayo para Splitsider en 2011: “Si caminas con un aneurisma en el cerebro, una sola risa podría provocar que ese aneurisma se rompa”.
2. Ataque de asma
Los estados emocionales extremos, como la risa intensa o el llanto intenso, pueden desencadenar en un ataque de asma.
Esto se debe a que la respuesta de tu cuerpo a diferentes emociones cambia la forma en que respiras, según información de la organización benéfica Asthma and Lung UK.
“Cuando te sientes emocional, puedes empezar a respirar rápida y profundamente”.
“Esto se llama hiperventilación y puede estrechar las vías respiratorias, provocando síntomas de asma como tos, sibilancias, dificultad para respirar u opresión en el pecho”, explican en su sitio web.
En un estudio de 2009, los investigadores encuestaron a 105 pacientes con asma y descubrieron que más del 40 por ciento experimentaba asma inducida por la risa.
En casos graves, los ataques de asma pueden ser fatales si alguien no tiene acceso a su inhalador.
3. Crisis gelástica
En casos raros, la risa, específicamente la risa incontrolable, puede ser un signo de una afección subyacente llamada epilepsia gelástica.
Aproximadamente uno de cada 1.000 niños se ve afectado por esta condición.
La mayoría de las personas no se sienten felices, ni tienen una sensación de bienestar durante una convulsión gelástica. En casos raros pueden sentir miedo o perder el control.
Según Epilepsy Action, la causa más común de epilepsia gelástica es un pequeño tumor en el hipotálamo.
4. Asfixia
Reír demasiado fuerte puede, en casos extremos, interferir con la respiración, lo que se traduce en no recibir suficiente oxígeno entre risas.
Pero las posibilidades de que se produzcan estas causas de muerte son escasas, según la doctora Megan Kamath, cardióloga de la Universidad de California en Los Ángeles, EE.UU.
“Si bien se han informado casos de muerte por risa debido a asfixia o paro cardíaco, siguen siendo causas de muerte poco probables en personas sanas”.