Después de la luna de miel, los matrimonios pasan por una serie de pruebas de fuego que determinan si se mantendrán juntas con el tiempo. Y es que, por ejemplo, la convivencia puede resultar difícil, y son muchas las personas que se dan por vencidas y optan por divorciarse.
Para profundizar más en el tema, Forbes Advisor realizó una encuesta a 1.000 estadounidenses que están divorciados (o en proceso) y, sorprendentemente, solo el 5% dijo que nada podría haber arreglado su matrimonio.
En cambio, las respuestas del resto revelaron las 5 cosas que “podrían haber salvado su relación”.
5 cosas que podrían salvar tu matrimonio
Según la psicóloga Lisa Marie Bobby, quien conversó con el medio CNBC, las parejas que se casan suelen tener “expectativas de felicidad poco realistas”: “Hay mitos en nuestra cultura que nos enseñan que si encuentras a la persona adecuada, todo será viento en popa, que nunca es necesario corregir el rumbo, y eso no es cierto”.
En esta línea, lo que dice la experta se apoya en los resultados de la encuesta, donde las 5 cosas que podrían haber salvado el matrimonio de las 1.000 parejas consultadas fueron:
- Tener una mejor comprensión del compromiso del matrimonio antes de casarse.
- Tener una mejor comprensión de los valores y la moral de su pareja antes de casarse.
- Esperar más para formar una familia.
- Buscar ayuda profesional de un terapeuta o consejero de parejas.
- Esperar más para casarse.
“Cuando las personas salen y deciden con quién quieren estar, la química es una parte de ese rompecabezas”, dijo la experta, sobre la “química sexual” que algunas parejas suelen sentir y que, en base a ella, deciden casarse.
“Pero deberías pensar más en: ¿Esta persona está emocionalmente segura? ¿Es honesta? ¿Es confiable? ¿Es buen amigo? ¿Está aquí por mí?”.
Por otra parte, Bobby también se refirió a que no debiesen haber prisas para tener hijos.
“También existe el mito en nuestra cultura de que tener hijos es un camino hacia la felicidad”, dice. “Y lo que la investigación muestra con bastante claridad es que la mayoría de las parejas, cuando tienen un hijo, experimentarán una gran caída en su satisfacción relacional porque las cosas se vuelven mucho más difíciles”.
Finalmente, la psicóloga concluyó en que “lo que las parejas inteligentes están haciendo es realmente crecer, fortalecer su relación, superar estos momentos de crecimiento normales y esperados para que, cuando tengan hijos, tengan algunas cosas resueltas”.