Desde la mitad del 2023 hasta la mitad de este 2024, el mundo ha experimentado un calor sin precedentes. Los veranos en ambos hemisferios fueron sofocantes, con reiteradas olas de calor y se rompieron todos los récords históricos en altas temperaturas.
Detrás de estos efectos en el clima, estaba la presencia de un fuerte fenómeno El Niño.
Ahora, los científicos están preocupados sobre qué puede pasar en un futuro próximo. Y es que distintas investigaciones han demostrado que el calentamiento global está empeorando los síntomas del planeta frente a eventos extremos, como lo que sucedió con El Niño hace un año.
Y no solo eso: la frecuencia en la que se presentan estos fenómenos también estaría aumentando.
Un nuevo estudio de la Universidad de Colorado Boulder, publicado en la revista Nature, reveló que el panorama para la humanidad no es optimista: en 2050, uno de cada dos fenómenos El Niño será más extremo, si las emisiones de gases de efecto invernadero siguen aumentando.
“Da miedo pensar que el año 2050 no está muy lejos”, alertó Pedro DiNezio, coautor principal de la investigación.
Qué es el fenómeno El Niño y por qué preocupa a los científicos
El Niño es parte de un fenómeno llamado El Niño Oscilación-Sur, que sucede cuando las temperaturas del océano Pacífico ecuatorial se calientan por sobre el promedio (+1.5 grados Celsius) durante un período prolongado.
Se trata de un evento meteorológico importante, pues aunque solo una pequeña parte del océano se calienta, tiene la gran capacidad de cambiar el clima en distintas partes del mundo: además de provocar altas temperaturas en el planeta, también es responsable de graves inundaciones, deslizamientos de tierra y sequías sin precedentes.
Estudio pronostica que el fenómeno El Niño será peor y más intenso
Los próximos fenómenos El Niño que visiten el planeta podrían ser mucho más frecuentes y extremos en 2050, sugiere el estudio publicado en Nature.
Esto, según los modelos climáticos de los científicos que permiten predecir qué podría pasar en un futuro con el clima del mundo.
DiNezio, el coautor principal del estudio, aseguró que “si estos fenómenos extremos se vuelven más frecuentes, la sociedad podría no tener tiempo suficiente para recuperarse, reconstruirse y adaptarse antes de que se produzca el próximo El Niño”.
“Las consecuencias serían devastadoras”.
Hasta ahora, según los datos de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés), se han registrado cuatro fenómenos extremos de El Niño que tuvieron consecuencias devastadoras en el planeta.
Por ejemplo, en el invierno de 1997 y 1998, El Niño causó precipitaciones récords en varias partes del mundo, como en California, Estados Unidos, que provocaron deslizamientos de tierra extremadamente peligrosos y más de una decena de personas perdieron la vida.
Los efectos negativos de este fenómeno estarían siendo influidos por la intensificación del cambio climático. Y los investigadores no saben qué podría pasar exactamente en el futuro. La única certeza es que el panorama a futuro no es optimista.
“Los fenómenos de El Niño son difíciles de simular y predecir porque hay muchos mecanismos que los impulsan. Esto ha dificultado nuestra capacidad de producir predicciones precisas y ayudar a la sociedad a prepararse y reducir los posibles daños”, aseguraron los científicos de la investigación.
De hecho, para llegar a la conclusión de que El Niño empeorará sus efectos en 2050, el equipo de científicos simuló los fenómenos El Niño de los últimos 21.000 años —desde la última Edad de Hielo en el planeta Tierra—.
En esta época, cuando el clima del planeta era mucho más frío, los fenómenos El Niño eran muy poco frecuentes.
Pero a medida que el planeta se ha ido calentando desde entonces —hasta alcanzar las temperaturas récord históricas que se registraron en los últimos años—, la frecuencia e intensidad de El Niño han ido aumentando considerablemente.
Es así cómo el modelo predijo que si la humanidad continúa emitiendo gases de efecto invernadero al ritmo actual “uno de cada dos fenómenos El Niño podría ser extremo en 2050″.
Es por esto que DiNezio, el coautor principal, hizo un llamado a que los gobiernos y personas que toman decisiones puedan enfocarse en tomar medidas que logren reducir el impacto de los futuros eventos extremos de El Niño que, sin duda, llegarán en los próximos años.
“Ahora entendemos cómo ocurren estos fenómenos extremos y solo necesitamos la voluntad de reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles. Nuestros hallazgos enfatizan la necesidad urgente de limitar el calentamiento a 1,5 °C para evitar impactos climáticos catastróficos”.
Cuándo llega el fenómeno La Niña
El Niño terminó hace pocos meses, dejando al planeta en un estado Neutral.
No obstante, en los próximos meses tendríamos la visita del fenómeno La Niña, que provoca que el clima esté más equilibrado y que las temperaturas del océano y atmósfera sean más frescas.
Para poder establecer que estamos en la fase La Niña, la temperatura superficial del mar debe bajar a -1.5 °C.
En esta línea, según los antecedentes y registros analizados por los expertos del Centro de Predicción Climática (CPC) de la NOAA, existe un 71% de probabilidad de que La Niña surja entre septiembre, octubre y noviembre, una cifra mucho mayor al 66% que se esperaba el mes pasado.
Además, los científicos esperan que La Niña persista durante enero, febrero y marzo de 2025.
Los efectos de La Niña en el mundo son relativos: en algunas partes, hay lluvia intensa, mientras que en otras, como en Chile, se asientan largos períodos de sequía y bajas precipitaciones.
No obstante, según el reporte de la NOAA, “la columna IRI predice una La Niña débil y de corta duración”.
“La continuación de las temperaturas negativas del subsuelo y el aumento de las anomalías de los vientos del este en niveles bajos respaldan la formación de un fenómeno de La Niña débil”.