Sus nombres son Öivind "Windy" Toverud, Abbe "Birdie" Drakborg, Wanja "Knitting Knight" Godänge, Inger "Trigger Finger" Grotteblad y Baltasar "El_Niño" Aguirre. Cuando se presentan en competencias visten chaquetas de color negro, adornadas con un pequeño emblema en el pecho que muestra un cráneo al centro de una mira telescópica. El logo se explica porque estos suecos integran un popular equipo de videojugadores llamado Silver Snipers, o "Francotiradores plateados". Su eslogan es "Tenemos tiempo para matar" y aunque esa frase y sus apodos puedan sonar propios de adolescentes, en realidad el más joven de ellos tiene 65 años y el mayor ya cumplió 76.
Silver Snipers es el primer equipo sénior de esports o deportes electrónicos del mundo. El videojuego que los ha hecho famosos es Counter Strike: Global Offensive, un título de disparos en primera persona que divide a los equipos en terroristas y contraterroristas. El objetivo es eliminar uno a uno a los rivales, tarea que depende de los reflejos individuales y la coordinación grupal, habilidades que los suecos han desarrollado rápidamente desde la creación del equipo en 2017. Es el caso de Öivind Toverud (76), capitán de Silver Snipers y cuyo lema es "Vive, ríe, ama y mata terroristas": hoy acumula 910 enemigos abatidos en distintos torneos.
Pero el más mortífero es Baltasar Aguirre, de 65 años y cuyo currículo muestra casi 17 mil rivales aniquilados. ¿Su lema? "No dispares mañana cuando puedas disparar hoy". Baltasar, un uruguayo que vive desde 1977 en Suecia, cuenta a Tendencias que cuando se integró al equipo él ya estaba jubilado, aunque seguía trabajando en su casa como fotógrafo. Para él, Counter Strike es un juego "tan apasionante como el ajedrez o el bridge y que le hace muy bien a nuestro cerebro".
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El equipo de Silver Snipers durante un torneo. Crédito: Lenovo[/caption]
Inger Grottleblad tiene 67 años y es la mujer que ostenta más bajas de Silver Snipers con casi 1.200. En el blog de Lenovo, fabricante de computadores que apadrina y auspicia al equipo, ella explica el impacto del juego en su vida: "Mi relación con mis hijos y nietos sólo ha mejorado desde que empecé a jugar. ¡Hemos encontrado un interés común y eso es fantástico! Nunca imaginé que sería un modelo a seguir para las mujeres a esta edad y que le mostraría a la gente que la diversidad es genial".
La historia del equipo parte en septiembre de 2017, cuando Lenovo le pidió a la agencia publicitaria sueca Ehrenstråhle que preparara una campaña para el stand que la empresa quería instalar en DreamHack, una feria internacional de deportes electrónicos. El redactor Joakim Estemar y el director de arte Oskar Ferm fijaron su mirada en las personas de la tercera edad: "Pensamos en los videojugadores séniors y nos preguntamos '¿Por qué el abuelo de Oskar y sus amigos no pueden jugar Counter Strike?', '¿Cuán difícil puede ser?'", dijo Estemar a Wall Street Journal.
Ehrenstråhle publicó un aviso en un sitio web y recibieron cerca de 80 postulaciones. Ninguno de los miembros fundadores de Silver Snipers había jugado antes Counter Strike y para participar en su primer torneo tuvieron sólo tres semanas de preparación. La agencia publicitaria les asignó un entrenador que era campeón ya retirado de Counter Strike y que les enseñó a moverse en la pantalla, además de las teclas que servían para apuntar o ponerse a cubierto, tácticas que tardaron una semana en memorizar.
Lenovo promovió el equipo en redes sociales, pero el primer enfrentamiento en DreamHack terminó en derrota. A pesar de haber perdido, los miembros de Silver Snipers firmaron autógrafos y se tomaron selfies con sus rivales más jóvenes. Hoy tienen legiones de fans: "En un torneo se acercaron unas muchachas que también competían y una estaba tan emocionada que casi lloraba, simplemente por ver a unos veteranos que competían en el juego que ellas adoraban", dice Aguirre.
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Los jugadores junto a su entrenador. Crédito: Lenovo[/caption]
Los miembros entrenan regularmente en la academia de videojuegos Aria, ubicada en Estocolmo y donde ensayan puntería y estrategia. También practican en sus casas y en línea. Ese régimen y los torneos han tenido un impacto positivo en la salud de Aguirre y sus compañeros: "Mis reflejos funcionan a la perfección a pesar de los años. Y, además, para mejorar en el juego hay que cuidar el físico, así que yo camino mucho más que antes".
La vida de equipo les ha permitido formar nexos que van más allá del juego en sí, por lo que hoy Inger Grotteblad se ha vuelto íntima amiga con Monica "Teen Slayer" Idenfors (62), quien en un comienzo integró Silver Snipers pero ya no juega regularmente. "Es imposible no estrechar lazos en un juego donde el secreto es ayudarse entre sí. No se llega muy lejos en Counter Strike siendo individualista. Además, a nuestra edad es importante tener una actividad que nos acerque", explica Aguirre.
El éxito de Silver Snipers ha llevado a que Lenovo auspicie equipos similares como Grey Gunners (Finlandia) y Iron Legion (Rusia). Incluso, la academia Aria ya piensa en dictar cursos a potenciales jugadores de la tercera edad. "Recién empezamos en esto, así que tenemos muchos años por delante. Competir en Sudamérica es mi sueño, ya que es mi continente de origen. Si nos invitan, vamos", asegura Aguirre.