Intentar ver el Sol con nuestros propios no solo es imposible, sino que le podría hacer mucho a nuestra vista. Pero para eso se crearon telescopios solares, como el bautizado Daniel K. Inouye, que es el más grande y potente del mundo, pues tiene la compleja misión de lograr observar a detalle el Sol.
Y ha cumplido bastante bien su labor, pues recientemente reveló unas nuevas y extraordinarias imágenes de la estrella que orbita la Tierra. En ellas se ven manchas solares, que suelen ser del tamaño de nuestro planeta, y que serán de mucha utilidad para el estudio de las tormentas solares, un fenómeno que podría causar daños en la humanidad.
Las nuevas imágenes del Sol
El telescopio solar Daniel K. Inouye pertenece a la Fundación Nacional de Ciencias de Estados Unidos. Desde la isla de Maui, en Hawái, se dedica a observar al Sol.
Cuenta con una tecnología de una altísima resolución que permitió sacar ocho imágenes detalladas de la estrella gigante.
Tanto así, que incluso se pudieron apreciar las manchas solares, unas regiones oscuras que aparecen en la superficie del Sol, que tienen una temperatura más baja que otras partes, y que están formadas por campos magnéticos.
Cuando estas manchas se agrupan, se convierten en una fuente de eventos explosivos -como fulguraciones o llamaradas solares- que básicamente son erupciones de energía que dan paso a las peligrosas tormentas solares que pueden impactar a la Tierra de distintas formas.
El riesgo de las tormentas solares para nuestro planeta
El peligro de una tormenta solar violenta, según la advertencia de los científicos, es que podría paralizar las comunicaciones de radio y satélite en la Tierra, provocando grandes daños económicos.
Y es que en el pasado, se registraron apagones catastróficos e incluso incendios por explosión de plantas de energía, cuyo origen apunta a este fenómeno de erupciones solares.
Sin embargo, hoy el impacto sería mucho más grave, en especial por la dependencia que tenemos en nuestra vida diaria con las redes de comunicaciones, pues haría que los celulares y computadoras queden inutilizables.
También entran al bolso las plantas de producción, el transporte, finanzas y seguridad. En resumen, una tormenta solar violenta causaría un caos total en el planeta.
Es por esto que los científicos están tan ávidos de monitorear la superficie solar todos los días, por lo que probablemente sigamos viendo este tipo de imágenes sin precedentes, que también ayudarán a las investigaciones y entendimiento del Sol.