¿Alguna vez fuiste al gimnasio o pasaste por la calle, y viste a alguien caminando hacia atrás? Quizás te extrañó en desmedida, no obstante, se trata de una práctica cada vez más común y que puede traer grandes beneficios a la salud en general.
Ya sea en una máquina para trotar o en una bicicleta estática, caminar o pedalear para atrás puede ser un ejercicio de kinesiología, pero también una práctica que ayuda a mejorar la forma física, saliéndose del esquema y agregando movimientos más variados a la rutina.
Qué beneficios trae caminar o pedalear hacia atrás
Los movimientos hacia atrás son útiles, dado que actúan más músculos y huesos que, en general, no se suelen ocupar tanto.
“Cuando te impulsas hacia adelante, ese es un movimiento dominante en los isquiotibiales. Si caminas hacia atrás, es una inversión de roles, donde tus cuádriceps están actuando y estás haciendo extensiones de rodilla”, aseguró Landry Estes, especialista certificado en fuerza y acondicionamiento a CNN.
En esta línea, según una serie de distintas investigaciones, algunos de los beneficios de esta peculiar práctica son:
- Aumenta el equilibrio. Los participantes de una investigación caminaron hacia atrás en una cinta, durante 30 minutos seguidos a lo largo de cuatro semanas, y no solo mejoraron su equilibrio, sino también su ritmo de marcha y aptitud cardiopulmonar.
- Reduce la grasa corporal. Después de un programa de seis semanas de correr y caminar hacia atrás, un grupo de mujeres redujo significativamente su grasa corporal y mejoró su condición cardiorrespiratoria.
- Ayuda en casos de dolor crónico e inflamación. El movimiento hacia atrás también puede ser un gran aliado para quienes padecen artrosis de rodilla y dolor de espalda crónico, además de mejorar la marcha y el equilibrio.
- Agudiza la mente. Al caminar hacia atrás, el cerebro estará más alerta, por lo que ayuda a agudizar la mente y a ser más consciente. Este beneficio puede apoyar a los adultos mayores.
Cómo empezar a practicar la marcha hacia atrás
Consultado por CNN, el fisioterapeuta Grayson Wickham aseguró que comenzar a caminar hacia atrás es bastante sencillo: “La clave, como con cualquier ejercicio nuevo, es ir poco a poco. Puedes empezar caminando hacia atrás durante cinco minutos, varias veces a la semana”.
También recomendó la opción de dar un paso de 20 minutos, y cinco de ellos hacerlo marcha atrás.
“Si eres joven y haces ejercicio con regularidad, probablemente puedas caminar hacia atrás todo el tiempo que quieras. Es relativamente seguro per se”, aseguró el experto.