Ya no basta solo con alimentarse saludable. Ahora, los científicos han descubierto que el orden en el que comemos puede influir en la salud y el metabolismo.
Pero, para tranquilidad de muchos, no es una tarea difícil.
Acuñado como “la secuencia de las comidas”, distintos estudios arrojaron que comenzar las comidas con vegetales ricos en fibra, proteínas o grasas,antes de consumir carbohidratos refinados (como el arroz, pan o pasta), puede mejorar los niveles de azúcar en la sangre y estimular la saciedad e incluso ayudar a perder peso.
Es decir que los científicos están encontrando que, más allá de los nutrientes y las calorías que los alimentos nos aportan, debemos prestar atención a cómo los procesamos en el cuerpo y a qué hora del día los consumimos.
Por qué debemos comer vegetales primero
Distintos estudios demostraron que comer verduras o proteínas primero hace que el cuerpo secrete una hormona de la saciedad, además de controlar las subidas de azúcar en la sangre y digerir la comida más lentamente.
Esta práctica suele ser recomendada para todos, pero especialmente pacientes con diabetes, obesidad y otras enfermedades metabólicas. Es relativamente fácil de seguir y no requiere cambiar radicalmente los alimentos que se consumen, por lo que suele ser bien aceptada.
Los 5 pasos de la secuencia de alimentos
Los expertos en nutrición advirtieron que no es saludable obsesionarse con cada comida que se consume, además de que está permitido comer ocasionalmente los alimentos que disfrutes.
No obstante, seguir estos pasos regularmente puede incidir positivamente en el metabolismo y la salud del cuerpo.
- Primero come nueces. Antes de cualquier comida, es buena idea comer un pequeño puñado de almendras, por ejemplo, que contienen fibra y grasas saludables. Por ejemplo, si vas a tener un desayuno poco saludable, como un muffin o alguna otra pastelería, comer menos de un puñado de almendras puede evitar que el azúcar en tu cuerpo suba drásticamente.
- Comienza con una ensalada con aceite de oliva. Si tu almuerzo o cena consiste en carbohidratos rápidos, como fideos o un sándwich con pan blanco, comer antes una ensalada con aceite de oliva puede ayudar a retardar la digestión y promover la saciedad.
- Come tus porciones de verduras y proteínas. Un pequeño estudio arrojó que las personas que comían pollo, verduras y arroz blanco (en ese orden) producían altos niveles de hormonas de saciedad y tenían elevaciones más pequeñas y graduales de glucosa en la sangre, en comparación a quienes comían los alimentos mezclados o en orden diferente.
- Limita el consumo de alimentos muy azucarados. No significa que nunca debas comer papas fritas, pan blanco o puré de papas, por ejemplo. Sin embargo, es ideal que no formen parte de tus comidas diarias, pues no son alimentos valiosos desde el punto de vista nutricional.
- No comas carbohidratos solos. Los carbohidratos simples que no se acompañan con grasa, proteína o fibra, como unas tostadas con mermelada o un cereal azucarado con leche en el desayuno, se absorben y digieren demasiado rápido, por lo que los niveles de azúcar suben y bajan, creando un ciclo de hambre y antojos.
Lo ideal, según los expertos, será combinar los alimentos con grasas saludables, proteínas y fibras con pequeños cambios. Por ejemplo, al pan con mermelada se le puede untar mantequilla de maní, las galletas se pueden acompañar con queso y almendras y los nachos pueden servirse con