En las últimas semanas Doha, capital de Qatar, ha concentrado a miles de turistas de todo el mundo por una sola razón: presenciar en primera persona los distintos duelos de disputa, que se acercan cada vez más a ganar la Copa del Mundo.
Pero a pesar de que la motivación inicial era el Mundial, durante la visita los hinchas de distintos países han tenido la posibilidad de descubrir los rincones secretos de Doha, así como también los no tan secretos y que son una parada obligatoria en el país árabe.
“Desde las primeras horas de llegar noté una ciudad impresionante”, señaló David Marcilli, ciudadano argentino, en conversación con BBC.
Por eso, te contamos a continuación cuáles son los sitios imperdibles de Doha.
Souq Waqif
Es una especie de mercado árabe que fue emplazado en el siglo XIX y que está ubicado en el centro de Doha.
Desde que comenzó el Mundial de Qatar, este sitio se ha transformado probablemente en el lugar más neurálgico de la ciudad y casi un espacio de reunión para los hinchas, donde algunos incluso bailan y celebran los triunfos de sus respectivos países, o simplemente se reúnen a ver los partidos de otros.
En Souq Waqif es posible encontrar comercios de todo tipo, desde pintores, restaurantes de comida típica, teterías, puestos de artesanía y ropa tradicional árabe. Si un turista quiere comprar algún recuerdo para su familia o amigos, este es el lugar indicado para encontrarlo.
Museo Nacional
El Museo Nacional tiene por principio básico dar a conocer la historia de Qatar. Creado por el arquitecto francés Jean Nouvel, el diseño en conjunto está pensado como un espacio que busca evocar al desierto, siendo la construcción del museo en sí misma una clase de “rosa que emerge del desierto”.
Al entrar al museo, se encuentran exposiciones que pueden ir desde los inicios geológicos hasta el hallazgo de petróleo y gas en Qatar.
Cabe destacar que el museo está construido en torno al palacio del jefe Abdullah bin Jassim al Thani, que a su vez también fue la casa de gobierno por 25 años.
Museo de Arte Islámico
Es otro de los edificios tradicionales de Doha y que sí o sí deben estar en la lista de visitas obligatorias.
Su estructura fue diseñada por Ieoh Ming Pei, un arquitecto de origen sinoestadounidense que también se encargó de diseñar la pirámide del Museo de Louvre en París, Francia. La principal inspiración para construir este museo fue la mezquita de Ahmad Ibn Tulun, ubicada en El Cairo, pero con ciertos componentes más modernos para diferenciarla.
Tal como su nombre lo señala, el Museo de Arte Islámico busca rescatar todo lo que existe en torno a la cultura del islam, especialmente lo que tiene relación con su arte: joyas, cerámicas, textiles, manuscritos y otros objetos tradicionales.
Son cinco pisos los que componen el museo, donde se puede observar una colección de casi 400 piezas artísticas y una biblioteca que alberga más de 20.000 libros.
Una curiosidad es que el museo está emplazado sobre una isla artificial en el paseo El Corniche. De hecho, se encuentra justo al frente del Souq Wakif y el Museo Nacional.
El Corniche
Si buscas algo un poco más relajado como caminar con el mar de fondo, el paseo El Corniche en la bahía de Doha es lo indicado.
Se trata de un paseo marítimo que, a lo largo de sus 7 kilómetros, reúne a los otros tres importantes edificios de Doha que se mencionaron anteriormente y que a diario son visitados por los turistas y qataríes: Souq Waqif, el Museo Nacional y el Museo de Arte Islámico.
Este espacio peatonal también resalta por la belleza del paisaje, ya que a la vista al mar se suman los enormes rascacielos y las palmeras, lo que en su conjunto se vuelve una icónica postal de Qatar.
Además de un paseo, El Corniche también cuenta con un espacio habilitado que funciona como parque, donde pequeños y adultos pueden jugar, practicar deportes, entre otras actividades.
Mezquita del Imam Muhammad bin Abdul Wahhab
Es conocida como la mezquita más grande de Qatar. Fue inaugurada en 2011 por el fundador del país árabe, el jefe Jassim bin Mohammed Al Thani, quien para recordar a su padre quiso elaborar esta mezquita situada en lo alto de una colina de Doha.
Este edificio se distingue de los otros, dado que su diseño se acerca mucho más a la simpleza de la arquitectura islámica. En su interior cuenta con tres bibliotecas, espacios para rezar y salas para memorizar el Corán.
Por otra parte, tiene la capacidad de recibir a 30.000 personas y puede ser visitada por cualquier persona, independiente de su religión. Eso sí, los niños menores de siete años no pueden entrar a la mezquita. Todos los visitantes deben quitarse los zapatos antes de entrar al edificio, así como también se debe procurar llevar una vestimenta “conservadora”.