Viajó hasta Colombia para someterse a una ‘terapia genética’ con la que habría rejuvenecido cuatro décadas. Con esa noticia, la empresaria estadounidense Liz Parrish se hizo famosa. Y es que, según su estado de salud, pasó de tener una edad biológica de 62 años a 21.
Era el año 2015 cuando se inyectó un “elixir de la juventud” que fue ampliamente cuestionado por médicos, científicos y la sociedad en general.
Sin embargo, ahora que han pasado nueve años desde el tratamiento, Liz Parrish —quien ahora tiene 53 años cronológicos— se mantiene firme con su decisión y declaró que con el paso del tiempo, está “descumpliendo años”.
Esto es lo que hace ahora para mantenerse “joven”.
El secreto de una mujer longeva que asegura tener 21 años biológicos
En una reciente entrevista con el medio español El Mundo, la mujer de 53 años aseguró que en los últimos exámenes que se realizó, los resultados arrojaron que tenía el estado biológico de una persona sana de 25 años.
Esto lo habría logrado después de la terapia de genética que hizo que los telómeros —que son los extremos de los cromosomas que se acortan cuando envejecemos— pudieran rejuvenecerse y así evitar el envejecimiento celular.
Antes del tratamiento, los exámenes decían que Liz Parrish tenía una edad biológica de 62 años.
¿Qué tenía el supuesto elixir que tomó en Colombia?
“Lo que hice en 2015 fue tomar telomerasa y folistatina. Los telómeros son tapas protectoras en los extremos de los cromosomas que evitan el deterioro y la fusión con otros cromosomas. Se acortan con cada división celular, contribuyendo al envejecimiento”.
La folistatina logró que la mujer pudiera tener un aumento de la masa muscular y reducción de grasa. Mientras que la telomerasa mantuvo la longitud de los telómeros para evitar el envejecimiento celular.
Además, la mujer aseguró que lleva una dieta vegetariana desde hace 30 años y no tiene ninguna cirugía estética en su cuerpo. Declaró que su deseo de mantenerse joven no viene de ninguna vanidad, sino de buscar más tiempo de vida, incluso para los enfermos.
Contó que su hijo fue diagnosticado con diabetes tipo 1 y que “hay demasiados niños muriendo a causa de enfermedades potencialmente tratables. Quiero que vivan lo suficiente para ver una cura y que vivan hasta el final de forma saludable, que recuperen los años que perdieron a causa de la enfermedad”.
Con este impulso, la estadounidense fundó su propia empresa, BioViva, donde promete buscar los mejores tratamientos para las personas que quieren mantenerse jóvenes por más tiempo. No obstante, ha sido criticada por no tener evidencia científica de que sean realmente efectivos o seguros.
Ante la pregunta que le hizo el periodista de El Mundo sobre lo anterior, Parrish contestó que “hicimos pruebas antes y después de nuestro tratamiento. Tantas como se practican en cualquier ensayo clínico. Hay mucha desinformación en los medios”.
También aseguró que hay distintos artículos sobre los genes que emplea en su “fórmula de la juventud”.
“Sí, fui el primer ser humano en experimentar con estas terapias genéticas para validar su seguridad y eficacia. Pero pronto muchas personas disfrutarán también de sus beneficios. Todo lo que he hecho se basa en evidencias científicas. De lo contrario, no me habría postulado como paciente cero de los tratamientos”.
Por esto, la empresaria comenzó a divulgar su empresa y tratamientos, con el fin de ofrecer un servicio por “menos de 2.500 euros ($2.500.000 aproximadamente), que dure entre 5 y 10 años por dosis”, pensando en que los procedimientos estéticos actuales tienen altos costos económicos.