La última versión de la Encuesta Nacional de Salud preguntó si alguna vez un doctor o médico le ha dicho que tiene o padece insomnio. El 5,6% de las personas mayores de 15 años entrevistadas respondió positivamente.
Esto implica que al menos 822.802 chilenos sufren de insomnio. Se trata sólo de la cifra conocida, porque muchos no tienen diagnóstico o no saben que padecen este trastorno.
Definido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una dificultad persistente para conciliar o mantener el sueño, el insomnio repercute en toda la vida: quien duerme mal o poco, despierta cansado, irritado, tiene problemas de concentración y memoria.
Además, si se transforma en una condición que permanece en el tiempo, en el largo plazo aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular, obesidad, hipertensión y otras relacionadas con el metabolismo, porque se produce un desajuste a nivel celular.
El insomnio también provoca más accidentes de tránsito: entre 2012 y 2016 se registraron 2.974 siniestros, que dejaron 89 fallecidos y 4.140 lesionados atribuibles al sueño, fatiga y cansancio.
La neuróloga de Clínica Las Condes Andrea Contreras señala que las personas consultan recién cuando ya no pueden más con el insomnio. "Les cuesta mucho quedarse dormidos, se despiertan muchas veces o si logran dormir, amanecen destruidos. Prueban muchas alternativas antes de ir al médico. Leche tibia, remedios naturales, hierbas, melatonina y hasta antialérgicos que actúan como inductores del sueño, pero los ocupan mal, no hacen ningún efecto o tienen expectativas que no son reales", dice.
Según un estudio realizado por Euromonitor, el gasto que realizan los chilenos en productos de venta libre y en base a hierbas para dormir en los últimos cinco años creció 36,4%. Si en 2012 el gasto fue 1.739, 7 millones de pesos, el año pasado llegó a 2.372,8 millones.
App mide ronquidos
Esta semana, y a propósito del Día Mundial del Sueño que se conmemora hoy, Somno, una clínica especialista en trastornos del sueño, lanzó una aplicación (gratuita, Android e iOS) para tabletas y celulares, que registra los ronquidos de una persona durante la noche. Los ronquidos son también un problema del sueño que afecta no solo a quien emite el ruido, sino también a quienes duermen a su alrededor. "Hay personas que pueden emitir un ruido de 120 decibeles, similar a la bocina de un camión", dice Pablo Guzmán, neurólogo y director médico de esta entidad.
La aplicación registra la duración de los ronquidos, decibeles, horarios en los que se ronca y tiempo durante el sueño, lo que permite hacer una evaluación y discriminar si hay riesgo de tener apneas (pausas de respiración) para la realización de exámenes específicos. "La apnea implica un daño crónico. Hay personas que están sin respirar por 30 segundos o un minuto. Eso genera hipoxia, que afecta a todos los órganos", dice Guzmán.
Los niños también roncan, principalmente porque su adenoides y amígdalas son grandes. Raúl Corrales, broncopulmonar de Clínica Alemana, dice que al igual que los adultos, el niño que ronca tiene un mal dormir, inquieto y se despierta muchas veces. Cuando están despiertos, están irritables, tienen problemas de atención y de rendimiento escolar. "A veces creen que es déficit atencional con hiperactividad, pero es solo porque no pueden dormir bien", señala.