En el sector sureste de la Región Metropolitana y a unos 150 kilómetros de la capital, se encuentra el reconocido Cajón del Maipo. Para muchos, es el pulmón verde de Santiago, ya que ofrece innumerables actividades al aire libre, ideales para quienes quieran hacer un paseo fuera de la ciudad y dedicarle unas horas al deporte aventura. Dentro de esa oferta hay un panorama en especial que se ubica en este sector: el mirador de cóndores. Aquí lo que más llama la atención es el avistamiento de esta ave, que se deja ver con su imponente vuelo y origina el nombre del lugar.
El sendero se inicia en el portón de ingreso de la Quebrada 300. Desde ese punto, al visitante le esperan cinco kilómetros de un camino de dificultad media que se logra recorrer en tres horas, manteniendo un ritmo tranquilo. El primer paso es caminar bordeando el cerro por una hora aproximadamente. Luego se debe seguir hacia la izquierda, hasta llegar a una pradera. En el camino se podrá apreciar la típica flora y fauna de la región, que incluye peumos, litres, cactus y uno que otro animal de pastoreo. Siguiendo el sendero, la persona se topará con una casa de arrieros, donde encontrará una señalización del mirador que guiará hacia la derecha. Desde este punto hay una caminata de aproximadamente una hora por el lado derecho hasta llegar finalmente a una pequeña subida que conduce al esperado destino.
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Crédito: Vicente Zárate[/caption]
El punto más alto del recorrido consiste en la zona superior de unos grandes farellones que se erigen en la intersección del cajón del estero Aucayes con el cajón del río Colorado. Las horas de caminata valdrán la pena cada esfuerzo, pues al llegar a esta zona rocosa el visitante se encontrará con la espectacular vista del mirador de cóndores.
Su encanto paisajístico no es su único gran atractivo, ya que la panorámica se combina con la aparición de los cóndores, cuyo vuelo cobra gran revelancia en esta aventura. Su presencia es muy frecuente, debido a que el mirador se encuentra cerca de los sitios de nidificación de estas aves. Es por esto que resulta crucial mantener silencio y respeto en esta zona, para que de esta forma no se espanten. Además, es importante que todos los visitantes se lleven su propia basura.
Cabe destacar que el sendero es recomendable para toda la familia. Sin embargo, no se hace aconsejable para niños, ya que son muy pocas las zonas planas en el trayecto y se requiere un paso firme. De igual forma, tampoco se permite el ingreso de mascotas.
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Crédito: David Cossio[/caption]
¿Cómo llegar?
Para dar inicio a este recorrido desde Santiago, se debe tomar la ruta G-25, que corresponde al camino que une a Santiago con el Cajón del Maipo. Luego, después de aproximadamente 12 kilómetros desde el sector de Las Vizcachas, se cruza el puente sobre el río Colorado para continuar por la ruta hacia Los Maitenes y el Alfalfal (G-345). Desde que se toma este desvío, se recorren 19 kilómetros aproximadamente, hasta llegar a la Quebrada 300, la cual no está señalizada en la carretera.
Para tener en cuenta
Lo recomendable es partir siempre desde temprano para contar con el tiempo necesario y disfrutar al máximo del sendero. De igual forma, es deseable evitar las altas horas de calor durante el verano.
Para el trayecto es preferible utilizar un buen par de zapatillas -ya que el sendero tiene varias zonas rocosas- y bastones. De igual forma, si se visita el mirador en verano, es recomendable llevar una buena cantidad de agua para hidratarse y bloqueador para proteger la piel.
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