Se suele pensar que son hechos inevitables, pero no siempre es así. La muerte súbita es aquella que ocurre de manera repentina, generalmente por un paro cardiorrespiratorio, en una persona que aparentemente está sana.
Es una de las causas de muerte más comunes entre la población adulta chilena (cerca de 6 mil personas fallecen en el país por este motivo) y suele producirse sin ningún síntoma específico y de manera inesperada.
Pero en realidad, los estudios indican que sucede porque muchas personas no se cuidan preventivamente, no logran identificar alguna enfermedad hasta que ya es muy tarde o consumen fármacos que pueden provocar que una arritmia ya existente empeore.
En especial, la población que tiene factores de riesgo mayores son los que fuman, tienen diabetes, hipertensión arterial, una vida sedentaria, etc.
¿Cómo prevenir una muerte súbita?
“Las autopsias de estas personas demuestran la presencia de enfermedad cardíaca entre el 80% y el 90% de los casos. Esto muestra que la muerte súbita no se da en personas sanas, sino en personas con enfermedad cardíaca no conocida antes de que ocurra un evento”, dice Fernando Scazzuso, cardiólogo y jefe de Electrofisiología y Arritmias del Instituto Cardiovascular Buenos Aires a Infobae.
Algunos síntomas se pueden presentar 24 horas antes de un evento, pero son inespecíficos, por lo que no se suelen asociar a un paro cardiorrespiratorio: “La presencia de dolor de pecho, falta de aire repentina y/o la pérdida del conocimiento deben motivar la consulta con el médico para descartar o confirmar la gravedad del cuadro”, dice el cardiólogo.
“La mejor estrategia de prevención es evaluar a las poblaciones en riesgo, que son aquellas personas con factores de riesgo coronario no controlados, con enfermedad coronaria conocida, con alteraciones en el electrocardiograma o con antecedentes de muerte súbita en la familia”, señala el doctor Scazzuso. Esto quiere decir que es importante las consultas médicas de prevención, para revisar que todo esté en orden en la salud de las personas.
Además, el médico resalta la importancia de conocer el estado de salud antes de iniciar una actividad física. “Es obligatorio. Cada médico hará la evaluación en base a si la actividad será recreacional o competitiva”, informa.
Salvar la vida con RCP
Muchos de los cuadros que llevan a una muerte súbita se pueden revertir si quienes rodean al paciente saben cómo actuar y lo hacen a tiempo. Esto quiere decir que si las personas cercanas a la víctima logran hacerle una resucitación cardiopulmonar (RCP) hasta que llegue personal de emergencias a asistirlo (131 en cualquier parte de Chile), pueden salvarle la vida.
Y es que una víctima de un paro cardíaco puede estar sin asistencia durante solo 4 minutos, por lo que se debe actuar rápido y, primero, llamar a emergencias para después comenzar la maniobra de resucitación. Si es que existe cerca un desfibrilador externo automático (DEA), este se debe utilizar.
“Si se utiliza el dispositivo dentro de los tres minutos, la posibilidad de que la víctima llegue con vida al hospital es del 70%” dice el cardiólogo.