Apenas aterrizó en el cráter Jezero de Marte en febrero de 2021, el rover Perseverance de la NASA ha estado en búsqueda de señales de posible vida microbiana. La misión se ha centrado específicamente en aquellas piedras que pueden haber sido originadas o transformadas por el paso del agua.
Ahora, el vehículo robotizado acaba de descubrir una importante pista para la ciencia. Se trata de una roca que posiblemente estuvo expuesta a reacciones químicas, lo que podría haber sustentado organismos microbianos hace millones de años.
Esta es la roca encontrada en Marte
La misteriosa roca que fue encontrada en el planeta rojo fue nombrada como Chevaya Falls, por una de las cascadas del Gran Cañón de EE.UU., y tiene una punta con forma de flecha. De acuerdo a la agencia espacial, sus propiedades son ideales para ayudar a descubrir si es que, en el pasado remoto, Marte pudo haber albergado vida.
Los análisis lograron identificar que la roca posee unas manchas parecidas a un leopardo. Estas se podrían haber originado producto de la existencia de vida microbiana hace millones de años atrás, en el tiempo en que la zona que exploró el robot tenía “torrentes de agua”.
David Flannery, integrante del equipo científico de Perseverance de la NASA y astrobiólogo de la Universidad Tecnológica de Queensland, en Australia, detalló que esas manchas “son una gran sorpresa”.
“En la Tierra, este tipo de características en las rocas a menudo se asocian con el registro fosilizado de microbios que viven en el subsuelo”, complementó el investigador en un comunicado.
Chevaya Falls fue recolectada específicamente el pasado 21 de julio, cuando el robot de la NASA se encontraba explorando el borde norte de Neretva Vallis, que antiguamente fue un canal de río y que llegó a alimentar con agua dulce al cráter Jezero.
“Diseñamos el recorrido de Perseverance para asegurarnos de que vaya a zonas con potencial para encontrar muestras científicas interesantes”, explicó Nicola Fox, administradora asociada de la Dirección de Misiones Científicas en la sede de la NASA en Washington, en un comunicado.
“Este viaje por el lecho del río de Neretva Vallis dio sus frutos, ya que hemos encontrado algo que no habíamos visto nunca antes, lo que dará a nuestros científicos mucho que estudiar”, agregó Fox.
Por qué es importante el hallazgo de roca en Marte
Si bien desde la agencia espacial han aseverado que se requieren más investigaciones a futuro para decir con certeza que hubo vida en el planeta rojo, el hallazgo de la roca también mantiene entusiasmados a los investigadores por varios motivos.
Uno de ellos es que las vetas blancas de sulfato de calcio son la prueba de que el agua, elemento necesario para la vida, pasó en algún momento por el objeto. Para identificar esto, el Perseverance usó su instrumento Análisis de entornos habitables con Raman y luminiscencia para compuestos orgánicos y químicos (SHERLOC, por sus siglas en inglés), que identifican moléculas orgánicas basadas en carbono al interior de las rocas.
Entre esas bandas blancas también se identificaron franjas de material color rojizo, lo que podría sugerir que hay hematita. Se trata de uno de los minerales que provocan que Marte tenga su color rojo oxidado.
Otra razón es la detección de material orgánico. En este caso, se trata de pequeñas e irregulares manchas con aureolas de material negro, que son indicativas de reacciones químicas y que la vida microbiana puede usar “como fuente de energía”, dijo Ken Farley, científico del proyecto Perseverance para el instituto Caltech de Pasadena.
Esas manchas fueron analizadas por el instrumento planetario de rayos X (PIXL), por sus siglas en inglés) del robot, que identificó que el material negro tiene hierro y fosfato.
De acuerdo a la NASA, esa clase de manchas se pueden generar en los casos en que las reacciones químicas -en que participa la hematita- provocan que las rocas pasen de rojas a blancas. Durante las reacciones también se puede liberar hierro y fosfato.
“Nunca antes habíamos visto estas tres cosas juntas en Marte”, explicó en un video Morgan Cable, otro de los investigadores del equipo del rover.
Para Farley, Chevaya Falls “la roca más desconcertante, compleja y potencialmente importante que Perseverance haya investigado hasta ahora”.
El equipo de científicos continúa resolviendo varias interrogantes, por ejemplo, cómo se habría formado la estructura y de qué manera las rocas cercanas a Chevaya Falls podrían haber contribuido a que tuviera esas características.
Hasta ahora hay varias hipótesis que se tienen en consideración. Una de ellas es que, en un comienzo, Chevaya Falls habría sido depositada en forma de lodo con compuestos orgánicos, que más tarde se cimentaron en forma de roca. Con el pasar del tiempo otro flujo líquido habría ingresado mediante las fisuras de la roca, lo que favoreció la existencia de depósitos minerales que originaron vetas blancas de sulfato de calcio y manchas.
“Hemos bombardeado esa roca con láseres y rayos X y la hemos fotografiado literalmente día y noche desde casi todos los ángulos imaginables”, explicó Farley.
“Científicamente, Perseverance no tiene nada más que ofrecer. Para comprender plenamente lo que realmente ocurrió en el valle fluvial marciano del cráter Jezero hace miles de millones de años, nos gustaría traer a la Tierra la muestra de Cheyava Falls, para poder estudiarla con los potentes instrumentos disponibles en nuestros laboratorios”, concluyó el investigador.
Cabe destacar que este hallazgo llega en un momento un poco crítico para la NASA. En abril de este año, la entidad dio a conocer que el diseño original de su programa Mars Sample Return, que tenía por objetivo devolver las muestras del rover a laboratorios en la Tierra, no era posible por problemas de presupuesto.