Los suplementos de hierbas se han convertido en una alternativa que ha ido ganando fama en el último tiempo. Al ser elaborados a partir de fuentes vegetales, se suele decir que son beneficiosos para la salud y que pueden ayudar a tratar dolencias menores.
Entre los efectos que se promocionan en este tipo de productos se encuentra que favorecen la pérdida de peso, ayudan a la movilidad de las articulaciones y fortalecen el sistema inmunitario.
Sin embargo, aunque a menudo son considerados “naturales”, no son totalmente seguros para el organismo. En Estados Unidos, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) considera que los suplementos herbales son alimentos y no medicamentos, por lo que no están sometidos a la misma supervisión en su fabricación y otros procesos.
Rosario Ligresti, jefa de gastroenterología en el Centro Médico de la Universidad de Hackensack, reiteró a Medical News Today que ese tipo de productos “no están regulados en absoluto” y que existe “falsa sensación de seguridad” en torno a ellos.
“Se cree que, como los ingredientes son ‘naturales’, deben ser seguros. Sin embargo, es importante recordar que natural no siempre significa seguro. Algunos ingredientes naturales pueden ser tóxicos en dosis altas o interactuar con medicamentos”, detalla Ligresti.
Y ahora, una investigación realizada por la Universidad de Michigan reveló que el uso de estos productos ha desencadenado un preocupante fenómeno en Estados Unidos.
Casi 16 millones de adultos estadounidenses, equivalente a un 5%, ha consumido por lo menos una vez un suplemento botánico potencialmente dañino para su hígado. Entre ellos están los que tienen extracto de té verde y cúrcuma.
Los resultados del estudio fueron recientemente publicados en la revista JAMA Network.
Cuáles son los suplementos de hierbas que son riesgosos para el hígado
En su estudio, los investigadores se propusieron conocer la prevalencia y características clínicas de consumidores adultos de suplementos botánicos que son potencialmente hepatotóxicos. Es decir, que pueden provocar una lesión o daño en el hígado.
“El uso de suplementos dietéticos y herbales (HDS) representa una proporción cada vez mayor de casos de hepatotoxicidad por fármacos”, indican en la investigación.
Para resolver sus interrogantes, analizaron los datos médicos de 9.685 adultos estadounidenses, de edad promedio de 47,5 años, que entre 2017 y 2020 habían participado de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición (NHANES, por sus siglas en inglés), que tiene por objetivo monitorear la salud y nutrición de la población general de Estados Unidos.
En estos datos se incluía la exposición a fármacos recetados y suplementos herbales.
El equipo se centró específicamente en aquellos suplementos que podrían ser hepatotóxicos. Se trata de la cúrcuma o curcumina, extracto de té verde, arroz de levadura roja, garcinia cambogia, ashwagandha y cimicifuga racemosa (también conocido como cohosh negro).
“Son los productos botánicos hepatotóxicos notificados con mayor frecuencia, pero se desconoce su prevalencia y las razones de su uso en la población general”, explican los autores.
Alisa Likhitsup, profesora clínica adjunta de medicina en la Universidad de Michigan y autora principal del estudio, detalló al sitio Medical News Today que todavía se desconoce la manera en que esos productos pueden generar daños en el hígado.
“Como hepatóloga en ejercicio, he visto pacientes que sufrieron daño hepático por tomar suplementos dietéticos y algunos fueron fatales y requirieron un trasplante de hígado de emergencia. Los datos de la Red de Lesiones Hepáticas Inducidas por Medicamentos informaron que las tasas de lesiones hepáticas debido a productos botánicos han aumentado del 7 % en 2004-2005 al 20 % en 2013-2014. Por lo tanto, me interesaba analizar la prevalencia y ver cuántos estadounidenses consumían estos productos”, complementó la investigadora.
“En un estudio anterior descubrimos que había un gran número de etiquetas incorrectas en algunos de estos productos”, detalló en un comunicado Robert Fontana, profesor de la misma casa de estudios y otro de los autores del estudio. Según el investigador, en esa ocasión realizaron análisis químicos a los productos y hallaron una diferencia “del 50 % entre los ingredientes indicados en la etiqueta y lo que realmente contienen, lo cual es bastante alarmante”.
En el reciente estudio del equipo liderado por Likhitsup, se identificó que un 58% de los participantes ha usado suplementos botánicos -identificados como HDS- en los últimos 30 días.
Mientras tanto, un 5% reveló haber consumido 1 de los 6 suplementos potencialmente hepatotóxicos en los últimos 30 días. Ese último porcentaje equivale a 15,6 millones de adultos estadounidenses.
Según los autores, se trata de una cifra similar al número estimado de pacientes que se le ha recetado fármacos potencialmente hepatotóxicos, como la simvastatina y fármacos antiinflamatorios no esteroides (AINE).
El estudio también identificó cuáles son las características de los consumidores de este tipo de productos: suelen tener entre 40 y 60 años, cuentan con un grado universitario y tienen menos probabilidades de estar bajo la línea de la pobreza. También eran más propensos a tener enfermedades como artritis, trastorno de la tiroides y cáncer, en comparación a los que no usaban esos productos.
Los productos potencialmente hepatotóxicos que tienen cúrcuma fueron los que más reportaron usar los participantes del estudio. Le siguieron los que tienen extracto de té verde, ashwagandha, garcinia cambogia, arroz de levadura roja y cimicifuga racemosa.
Pero, ¿cuáles son las razones que impulsan a los adultos estadounidenses a usar esos suplementos específicos?
Según indican los autores, la mayoría de ellos los elige por cuenta propia y no por recomendación de profesionales de la salud. Las razones que más se mencionaron para usarlos fueron “mejorar la salud”, “prevenir problemas de salud” y “estimular la inmunidad”.
La mayoría de los consumidores de suplementos con cúrcuma aseguraron que lo hacían para la salud de sus articulaciones o combatir la artritis, mientras que los usuarios de té verde indicaron que querían mejorar su energía.
Teniendo en cuenta esos hallazgos, y la creciente popularidad que han ganado los suplementos de hierbas, el estudio concluye que “los médicos deben estar al tanto de los posibles eventos adversos derivados del consumo de estos productos en gran medida no regulados”.
También instaron a que las autoridades gubernamentales incrementen “la supervisión regulatoria sobre cómo se producen, comercializan, prueban y monitorean los productos botánicos en la población general”.