La primera pregunta para José Maza, astrónomo y profesor titular del Departamento de Astronomía de la U de Chile, es la obvia: ¿Es necesario viajar a Marte? "Evidentemente no es necesario", responde de entrada Maza y después agrega: "Se puede postergar para los próximos 50 años. ¿Era necesario para Colón venir a América? No, no lo era, pero abrió una ruta que cambió el curso de la historia", opina el astrónomo.
Según Maza, ir al planeta rojo es el gran desafío de nuestra época, la próxima epopeya. "La conquista de Marte es inevitable desde un punto de vista histórico. La pregunta es si la queremos emprender nosotros o se lo dejamos a nuestros hijos o nietos. Pero que en mil años más van a vivir en Marte muchos millones de seres humanos no me cabe la menor duda", afirma.
Este investigador recuerda que hace casi 50 años el hombre llegó a la Luna, lo que trajo consigo la mayor revolución tecnológica de los últimos cien años. Dice que Silicon Valley, Microsoft, Apple, Texas Instruments, HP, internet, TV vía satélite, digitalización y robotización fueron consecuencias de este hito. "Viajar a la Luna nos cambió la vida para siempre",asegura.
Pero el desafío de Marte es casi tan grande o mayor que el que fue el ir a la Luna, plantea Maza. "El viaje demorará meses, la logística es mucho más difícil que ir a la Luna, tendremos que aprender a hacer agricultura en un ambiente muy hostil, aprender a utilizar el agua con una precisión extraordinaria, crear nuestro oxígeno para poder respirar".
¿Qué podríamos obtener de Marte? Maza cree que un cúmulo de conocimiento científico-tecnológico. "Ese conocimiento científico que el Consejo Nacional de Educación (en Chile) se lo está negando a nuestros hijos y nietos al no querer que se enseñe ciencias en tercero y cuarto medio".
El astrónomo se imagina las futuras ciudades marcianas como un gran centro comercial moderno con ciento o miles de estructuras interconectadas por túneles.
"En Chile podemos pensar que 'mejor que lo hagan los otros': los norteamericanos, los rusos, los chinos, los alemanes, los japoneses. Sin embargo, como hay cosas, miles de cosas, que nadie sabe hacer, estamos más nivelados con 'los otros' y quizás pudiese ser una oportunidad de ser parte de una epopeya", dice Maza, y entrega un ejemplo: la agricultura en el norte chileno, que podría ser un punto de partida para experimentar en agricultura marciana, o la minería en esas condiciones extremas, un área donde somos especialistas.