De acuerdo al ministerio de Transportes y a la Unidad de Control de Tránsito de Carabineros con el fin de las vacaciones cerca de 300 mil vehículos volvieron a la capital, causando grande problemas en el tránsito y la movilidad de la ciudad.
Pero no solo la congestión vehicular es el problema, sino además la contaminación ambiental se pone como tema en la agenda de la ciudad.
Durante los meses de meses de verano los niveles de contaminación se mantiene relativamente bajos, pero con la llegada de marzo y el fin de la temporada estival, el nivel de material particulado aumenta entre un 10 y 30%.
Debido a ello, el Gobierno está buscando posicionarse en temas de movilidad sostenible a través de medidas impositivas y nuevas exigencias en transporte público, por lo que se instalará un impuesto sobre los vehículos nuevos basado en la cilindrada y en el tipo de combustible que utilizan. Una medida pionera en los países de la región. "De todas formas, creemos que esto no va a ser suficiente, sobre todo considerando que la venta de vehículos nuevos está rompiendo records históricos todos los meses", explica Rodrigo Araya, Gerente de Negocio Transporte Gasco GLP S.A.
"Reemplazar los combustibles líquidos contaminantes contribuyendo a la modernización de la matriz energética del país, va en línea con el plan del Ministerio de Energía para el 2050, que apunta a una comunicación de fuentes de Energías Renovables No Convencionales con combustibles limpios, como el gas", reflexionó.
Según asegura el experto, los beneficios de usar gas como combustible son múltiples, ya que además de ser un 40% más económico que la gasolina, posee un 60% menos de partículas contaminantes. Por otro lado, el gas no contiene sulfuro de azufre.
Actualmente, Gasco ha convertido más de 17 mil vehículos al uso de gas, pero hoy la normativa vigente (Ley 20.052), establece que solo los de uso comercial pueden optar a ello. "Esto debiera adaptarse a los nuevos lineamientos gubernamentales en torno al uso de energías limpias en el país", concluyó el vocero.
Cabe señalar, que en el marco del acuerdo de París, nuestro país se ha comprometido, en el plano de la mitigación, a reducir al 2030 la intensidad de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en un 30% respecto a los niveles observados en 2007. "En Chile, el sector transporte es responsable de más del 24% de las emisiones de GEI, por lo que tomar acciones decisivas en este sector es tremendamente necesario", explica Araya.
Y en relación a la de calidad del aire, "se estima que el petróleo es responsable del 60% del PM10 (material particulado respirable) y un 30% del PM2.5 en Chile, que al ser más pequeño que el PM10, penetra de manera más profunda y perjudicial para el organismo de las personas".