Después de que se llevaran a cabo nuevas excavaciones en Pompeya, arqueólogos hallaron los esqueletos de dos habitantes fallecidos en la ciudad romana que terminó completamente destruida por el Volcán Vesubio.

El descubrimiento que salió a la luz permite conocer más indicios sobre cómo habrían muerto los residentes de la zona, según han podido constatar los especialistas.

Ahora, se plantea que los decesos no fueron producidos únicamente por los lapilli, es decir, pequeños fragmentos de lava que se desprenden de los volcanes, sino que también influyeron los derrumbes que dejó el terremoto que acompañó la erupción del Vesubio, acontecido en el 79 d. C.

Dos víctimas de Pompeya halladas bajo un muro

Los restos óseos de las víctimas fueron encontrados recostados en el piso, debajo de una pared, en un sitio conocido como Casti Amanti (Casa de los Amantes Castos).

Se presume que aquel muro había caído “entre la fase final de sedimentación del lapilli y antes de la llegada de las corrientes piroclásticas que enterraron definitivamente Pompeya”, de acuerdo a un comunicado de la investigación.

Después de los análisis correspondientes, los arqueólogos determinaron que los dos residentes fallecieron a causa de los varios traumatismos que recibieron cuando la construcción se desplomó. Además, ambos serían de sexo masculino y de aproximadamente 50 años.

Otra probabilidad que ha surgido en la investigación es que el espacio específico donde se refugiaron las víctimas estaba siendo reparado cuando el volcán hizo erupción, pero decidieron quedarse allí para resguardarse del desastre.

Al momento en que se removieron las vértebras cervicales y el cráneo desde uno de los esqueletos hallados, aparecieron restos que aparentan ser tela. Otros objetos de importancia que aparecieron fueron algunas monedas y cuentas de collar realizadas con pasta de vidrio.

Sobre este nuevo descubrimiento científico, el director del Parque Arqueológico de Pompeya, Gabriel Zuchtriegel, indicó que “las modernas técnicas de excavación nos ayudan a comprender mejor el infierno que destruyó por completo la ciudad de Pompeya en dos días, matando a muchos habitantes: niños, mujeres y hombres”.

“Con análisis y metodologías podemos acercarnos a los últimos momentos de quienes perdieron su vida”, concluyó.