La transición desde los dinosaurios hacia las aves fue más compleja de lo que los paleontólogos pensaban hasta ahora, según revela el hallazgo divulgado hoy en Nature de diversos fósiles de un pájaro de entre 66 y 100 millones años que mantenía los dientes pese a haber desarrollado un pico.
Los cráneos de las aves modernas presentan diferencias significativas con los de sus antepasados: tienen un pico sin dientes, una caja craneal mayor y músculos de la mandíbula más débiles, entre otras características.
Determinar en qué orden adquirieron esas particularidades representa un problema para los científicos debido a que existen pocos fósiles bien preservados de cráneos de aves.
Un equipo de la Universidad de Yale, en Estados Unidos, ha descrito diversos fósiles que arrojan nueva luz sobre ese proceso evolutivo.
Se trata de los restos de un pájaro conocido como Ichthyornis Dispar, un ave marina de unos 60 centímetros de envergadura que vivió en la actual región de Norteamérica.
El ave es pariente cercana de los pájaros modernos, pero mantiene diversas características ancestrales, incluidos unos dientes afilados y curvados, lo que lo otorga un lugar singular en el registro fósil.
La existencia del Ichthyornis se conoció por primera vez en 1870, pero los restos de los primeros especímenes que se encontraron estaban incompletos, la mayoría de ellos rotos y aplastados.
Los nuevos fósiles están bien preservados y uno de ellos incluye un cráneo completo, lo que ha permitido a los investigadores describir propiedades desconocidas hasta ahora.
A partir de escáneres en tres dimensiones, Bhart-Anjan Bhullar y su grupo han elaborado imágenes que reconstruyen el aspecto de la cabeza completa de ese antiguo pájaro.
Esas reconstrucciones "muestran que el pico del Ichtyornis tiene algunas características que lo sitúan entre las primeras aves y los pájaros actuales", señala en un artículo que acompaña al estudio en Nature el biólogo Kevin Padian.
"Su pico era pequeño y todavía no se habían formado las estructuras óseas del paladar", detalla el científico de la Universidad de California (EE.UU.).
"El cerebro debía de ser bastante parecido al de las aves de hoy en día", pero la mandíbula "muestra características que le acercan más a los dinosaurios", sostiene Padian.