“Google es un monopolio y ha actuado como tal para mantener su monopolio”. Con esas palabras, el juez del Tribunal de Distrito de Columbia, Amit P. Mehta, dictaminó que el gigante tecnológico había abusado de su poder para controlar el mercado de las búsquedas en línea. Se trata del mayor juicio por monopolio que se ha desarrollado en la época más moderna de internet.
En una sentencia de 277 páginas que se publicó el lunes de esta semana, Mehta argumentó que Google había violado la sección 2 de la Ley Sherman, que es una ley antimonopolio en Estados Unidos.
La decisión supone un duro revés para el gigante de Silicon Valley, considerando que las búsquedas en internet son una de sus principales fuentes de ingresos. A eso se suma que podría debilitar la fuerte presencia que tiene actualmente en la industria tecnológica y modificar la manera en que compite con sus rivales en el mercado de las búsquedas.
Qué se sabe del caso antimonopolio que Google perdió
En 2020 el Departamento de Justicia de EE.UU presentó una demanda contra Google, cuya empresa matriz es Alphabet, por monopolizar de manera ilegal los servicios de búsqueda. Solo en EE.UU. la compañía posee el 90% de las búsquedas.
La demanda sostenía que el gigante tecnológico con sede en California logró controlar ese mercado al llegar a millonarios acuerdos comerciales para ser el motor de búsqueda predeterminado en navegadores web, computadores y teléfonos inteligentes. Con eso, obtuvo una ventaja insuperable frente a la competencia.
En lo concreto, según el gobierno estadounidense, Google pagaba miles de millones de dólares cada año a fabricantes de teléfonos inteligentes como Apple y Samsung, empresas de telecomunicaciones como AT&T y compañías dedicadas a navegadores como Mozilla.
“Hace dos décadas, Google se convirtió en el favorito de Silicon Valley como una empresa emergente con una forma innovadora de buscar en la Internet emergente. Ese Google desapareció hace mucho tiempo. El Google de hoy es un guardián monopolístico de internet y una de las empresas más ricas del planeta”, detallaba la denuncia.
Desde la perspectiva de los representantes del Departamento de Justicia de EE.UU, la demanda era necesaria porque, de lo contrario, Google seguiría “ejecutando su estrategia anticompetitiva, paralizando el proceso competitivo, reduciendo la elección del consumidor y sofocando la innovación”.
“Por el bien de los consumidores estadounidenses, los anunciantes y todas las empresas que ahora dependen de la economía de Internet, ha llegado el momento de detener la conducta anticompetitiva de Google y restablecer la competencia”, complementaron.
El juicio partió oficialmente el 12 septiembre de 2023 y contó con la participación de más de 50 testigos, entre ellos, varios ejecutivos importantes de Google, Apple y Microsoft.
A lo largo de la batalla judicial, que se extendió por 10 semanas, el gigante tecnológico se defendió con que compite de manera legal y que, básicamente, se estaba intentando castigar las victorias que han tenido en las últimas décadas.
Uno de los argumentos presentados por los abogados de Google fue que si bien otros rivales podrían haber logrado tantos contratos como ellos para ser el motor de búsqueda predeterminado, no los pudieron mantener en el largo plazo debido a la mala calidad de sus herramientas, consigna The New York Times.
Desde la defensa también argumentaron que la herramienta de búsqueda de Google y las inversiones que ha hecho en eso no han dañado a los consumidores, sino que más bien, eso ha sido beneficioso por todos los avances tecnológicos que han traído. “Sería una tontería por nuestra parte no dar lo mejor de nosotros”, testificó Prabhakar Raghavan, director de búsquedas de Google.
En mayo de este año se llevaron a cabo los dos días de alegatos finales del caso, en los que el juez Amit Mehta también aprovechó de interrogar al gigante tecnológico y al Departamento de Justicia de EE.UU. sobre si consideraban que, otras herramientas podrían ser consideradas sustitutas en el negocio de búsqueda.
“No me pierdo en la importancia y trascendencia de este caso, no solo para Google sino para el público”, complementó tras terminar la última audiencia.
El lunes 5 de agosto el juez dictaminó que efectivamente la compañía había incurrido en conductas anticompetitivas para proteger su presencia en el mercado de búsqueda. En específico, el tribunal consideró que Google violó la Ley Sherman.
“Después de haber considerado y sopesado cuidadosamente el testimonio de los testigos y las pruebas, el tribunal llega a la siguiente conclusión: Google es un monopolista y ha actuado como tal para mantener su monopolio”, detalló Mehta.
El fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, aseguró en un comunicado que el fallo es “una victoria histórica para el pueblo estadounidense” y complementó que “ninguna empresa, por grande o influyente que sea, está por encima de la ley”.
Desde la Casa Blanca también reaccionaron al hecho. “Los estadounidenses merecen una internet libre, justa y abierta a la competencia”, indicó en un comunicado la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre.
Por su parte, el presidente de asuntos globales de Google, Kent Walker, aseguró que estaban dispuestos a apelar al dictamen.
“Esta decisión reconoce que Google ofrece el mejor motor de búsqueda, pero concluye que no se nos debería permitir hacerlo fácilmente disponible”, explicó.
Cabe destacar que en su demanda original el Departamento de Justicia de EE.UU. había exigido que la empresa tecnológica adoptara “medidas estructurales” para remediar las prácticas anticompetitivas que habían realizado, sin especificar en qué sentido deben ir esas decisiones. En el fallo de Mehta, en tanto, no se plantean cuáles son las sanciones que se implementarán para Google a futuro.