Una ingesta prolongada de pesticidas origina cambios metabólicos en los ratones, pues hace engordar a los machos y provoca perturbaciones hepáticas y una modificación de la actividad microbiótica en las hembras, divulgó hoy un estudio.

El experimento del Instituto Nacional de Investigaciones y Análisis de Francia (INRA) y del Instituto Nacional de la Salud y de la Investigación Médica (INSERM) incorporó a la alimentación de los roedores un "cóctel de pesticidas" en una dosis diaria similar a la admisible para el hombre.

Al cabo de un año de exposición, equivalente a 30 años en el caso de los humanos, se observó que los ratones macho habían duplicado su peso en comparación con otros a los que se les dio una alimentación normal.

Ese grupo presentaba también diabetes y una acumulación de grasas en el hígado, mientras que en las hembras se dieron perturbaciones hepáticas y cambios en la actividad microbiótica.

El estudio, efectuado en la localidad francesa de Toulouse (sur) y publicado en la revista Environmental Health Perspectives, dio a los ratones un cóctel de seis pesticidas utilizados para tratar los manzanos franceses y que se han encontrado también en manzanas de la Unión Europea.

A diferencia de otras investigaciones, con un solo pesticida en una dosis elevada, o que combinaban otros factores de riesgo, como una alimentación rica en grasas, este optó por esa combinación de varios, explicó a Efe la bióloga Laurence Payrastre, participante en el experimento.

Estudios epidemiológicos anteriores habían apuntado que la alimentación biológica ofrece un menor riesgo de desarrollar cambios metabólicos, y las conclusiones de esta investigación aportanargumentos a esa teoría, aunque se tratan de pruebas con ratones y no con humanos, detalló.

Payrastre apuntó que los efectos detectados en los ratones están ligados no tanto a la cantidad de pesticidas tomados en los alimentos o en el agua, sino "a la prolongación de esa ingesta en el tiempo".

Las diferencias entre machos y hembras podrían deberse a la protección que ofrecen los estrógenos en estas últimas y a una capacidad diferente de detoxificación (proceso de limpieza de toxinas en el cuerpo).

Los expertos quieren ahora profundizar en las diferencias encontradas y las conclusiones para identificar los "determinantes moleculares" que las originan y si habría un periodo crítico de exposición a esos compuestos, como la gestación o la lactancia.