Los nuevos chatbots de inteligencia artificial, como ChatGPT, están de moda gracias al fracaso de los asistentes virtuales, como el de Google, Siri y Alexa.
O al menos así piensan tres columnistas de The New York Times, que exploraron la historia de estos dispositivos que, en su momento, emocionaron a millones por sus características tecnológicas: “Los asistentes virtuales tuvieron más de una década para volverse indispensables, pero se vieron obstaculizados por un diseño tosco y errores de cálculo”, aseguran.
¿Obsoletos? El gran problema de los asistentes virtuales
Brian X. Chen, Nico Grant y Karen Weise escriben sobre tecnología, Google y Amazon respectivamente y están muy al tanto de los cambios que han tenido durante su desarrollo. De hecho, hacen un viaje al pasado, exactamente 12 años atrás, cuando en un martes lluvioso en San Francisco, Apple presentó el nuevo iPhone 5.
Pero lo que más llamó la atención fue la nueva característica: Siri, la asistente virtual a la que podías preguntarle un sinfín de cosas, pedirle favores e incluso contaba chistes. Pero la novedad pronto se volvió cotidiana y las personas dejaron de sorprenderse con ella, así como de Alexa de Amazon y el Asistente de Google que llegaron un poco después: “La tecnología se ha mantenido estancada en gran medida y los asistentes parlantes se han convertido en el blanco de las bromas”.
Y es que cuando salieron a la luz, los asistentes de voz parecían llevar la delantera y ser líderes de la inteligencia artificial, reputación que -según los escritores- no aprovecharon e incluso “desperdiciaron”.
Según John Burkey, ex ingeniero de Apple que trabajó en Siri, esta tenía un “código torpe” que tardaba semanas en actualizarse con funciones básicas y ex empleados de Amazon y Google afirmaron que las empresas calcularon mal cómo se iban a utilizar estos asistentes, por lo que invirtieron en áreas que no valían la pena.
“Los asistentes de voz son tontos como una piedra”
Los nuevos chatbots y los asistentes virtuales se basan en distintos tipos de IA: los primeros son “grandes modelos de lenguaje”, es decir, sistemas capacitados para reconocer y generar texto en función de unos enormes conjuntos de datos extraídos de la web.
En paralelo, Siri, Alexa y Google Assistant funcionan bajo sistemas de comando y control. Esto significa que comprenden una lista limitada de preguntas y órdenes, pero si alguien le pide algo que no está en su código, el bot no lo podrá ayudar.
“Los asistentes de voz son tontos como una piedra”, declaró Satya Nadella, director ejecutivo de Microsoft en entrevista con The Financial Times. Y es que su empresa está apostando todo (millonarias inversiones) por la nueva inteligencia artificial que quieren incorporar en Bing, su motor de búsqueda.
Y es que todos están buscando cómo adaptarse a la nueva tecnología de la que nadie deja de hablar: Google dijo estar comprometido para proporcionar un “excelente asistente virtual para ayudar a las personas en sus teléfonos, dentro de sus hogares y automóviles”, además de estar probando un chatbot llamado Bard.
Amazon, por su parte, dijo estar optimista en su misión por construir una inteligencia artificial “de clase mundial”.
Sin embargo, Apple se mantuvo en silencio sobre Siri. Burkey, el hombre al que se le asignó el trabajo de mejorarla en 2014, dijo que tenía un diseño engorroso que requería demasiado tiempo para agregar nuevas funciones. El solo hecho de querer agregar alguna frase nueva significaba reconstruir toda la base de datos, tarea que se hacía en aproximadamente seis semanas. Y para funciones más complejas, podía demorar hasta un año.
“No había camino para que Siri se convirtiera en un asistente creativo como ChatGPT”, confesó Burkey.
El futuro de los asistentes de voz
Sin duda, la competencia la lidera la IA de ChatGPT. Y las empresas que han creado los famosos asistentes de voz que muchos ocupan en casa sin duda están experimentando con este tipo de inteligencia: según fuentes que consiguieron los escritores del Times, los empleados de Apple e incluso miembros del equipo de Siri “han estado probando conceptos de generación de lenguaje cada semana”.
Y las proyecciones parecieran ser positivas: “En el futuro, las tecnologías de chatbots y asistentes de voz convergerán. Eso significa que las personas podrán controlar los chatbots con el habla, y aquellos que usan productos de Apple, Amazon y Google, podrán pedirles a los asistentes virtuales que los ayuden con sus trabajos, no solo con tareas como verificar el clima”, escribieron.
Y es que las miradas están puestas en un nuevo objetivo que ha ofrecido la IA de ChatGPT: llegar a tener capacidades de diálogo a nivel humano con el celular, con un pequeño parlante e incluso con el buscador de Google.