Entre todos los hábitos de los seres humanos, uno de los más importantes es tener un buen dormir. Hay quienes pueden despertar sin mayores problemas en las primeras horas del día, debido a que por costumbre se acuestan temprano. Comúnmente se dice que esas personas son “madrugadoras”.
Desde la otra vereda están los que levantarse cuando apenas ha salido el sol les resulta una tarea muy ardua de llevar a cabo, por lo que optan por despertar más tarde. Pero, ¿por qué sucede esa diferencia?
De acuerdo a un reciente estudio de científicos estadounidenses, las personas madrugadoras pueden haber heredado ADN de los antepasados neandertales, lo que aumenta la tendencia a despertarse temprano.
Los hallazgos fueron publicados en la revista científica Genome Biology and Evolution.
Por qué hay personas madrugadoras
Hace unos 700.000 años, multitudes de Homo Sapiens se trasladaron desde África a Eurasia. Allí se encontraron con un entorno completamente diferente, con más variación estacional de la luz y temperatura, detalla la investigación. También se toparon con los homínidos arcaicos euroasiáticos, más conocidos como neandertales, quienes ya estaban adaptados al entorno.
Como los dos grupos se cruzaron en Eurasia, era muy probable que los humanos posteriormente adquirieran algunas variantes genéticas. Si bien la mayoría de ellas fue eliminada debido a la evolución, algunas aún están presentes.
En su estudio, el investigador John Capra y su equipo comparó el ADN de humanos modernos con material genético fósiles de neandertales. De esa manera, observaron que algunas variantes genéticas se vinculaban con los relojes biológicos o ritmos circadianos de los grupos de interés.
Para llegar a ese hallazgo los investigadores se apoyaron en el Biobanco del Reino Unido, una base de datos que posee información genética y de salud de medio millón de individuos. Eso les permitió descubrir si que habían pruebas genéticas de las diferencias entre los relojes biológicos de los humanos modernos y neandertales.
“Al analizar los fragmentos de ADN neandertal que permanecen en los genomas humanos modernos, descubrimos una tendencia sorprendente. Muchos de ellos afectaron genes que gobiernan los relojes biológicos en los humanos modernos”, explicó John Capra, epidemiólogo de la Universidad de San Francisco, consigna The Guardian.
Siguiendo la línea de los hallazgos, el especialista mencionó que, en gran parte de los casos, el material genético neandertal incrementaba “la propensión a ser una persona mañanera”.
Capra y su equipo creen, eso sí, que despertar temprano no es “lo beneficioso”. En realidad, sugieren que se trata de “una señal de que tenemos un reloj más rápido que puede adaptarse mejor a las variaciones estacionales en los niveles de luz”.
Por tanto, en latitudes más altas puede resultar útil contar con un reloj biológico “flexible” y que puede adecuarse con facilidad al entorno.
Mark Maslin, académico de la Universidad de Londres, no fue parte de esta investigación pero reconoce su aporte, pues detalla que ahora existe “evidencia genética” de que algunas personas son madrugadoras.