Desde que el trabajo remoto adquirió popularidad en los tiempos de la pandemia, han surgido más opciones para que personas ejerzan sus profesiones desde cualquier parte del mundo.
Una de esas alternativas es la visa para nómadas digitales, que otorga la posibilidad de establecerse de manera legal en un país del extranjero mientras se hace trabajo a distancia, ya sea por una empresa o como independiente. La clave está en que quienes postulan no sean empleadas por el país anfitrión.
Son más de 40 naciones las que han impulsado este tipo de visa de residencia temporal, a la cual recientemente se sumó Japón.
Por qué Japón lanzó visa para nómadas digitales
La decisión del gigante asiático ofrecer este programa para extranjeros no es al azar. Se trata de un esfuerzo para que lleguen más profesionales de ingresos altos a sus ciudades y, de esa manera, fomentar la economía nacional.
“Las visas para nómadas digitales son una excelente manera de que los países impulsen sus economías, ya que invitan a los nómadas digitales a vivir en el país durante un año sin tener que preocuparse de que les quiten el trabajo a los ciudadanos y residentes”, explicó a la BBC Brittany Loeffler, directora de operaciones del Nomad Embassy, un sitio que asiste a nómadas digitales en el mundo para que tengan las visas adecuadas.
“En cambio, ganan sus ingresos en el extranjero y los gastan en la economía local donde tienen la visa para nómadas digitales”, agregó.
A eso se suma que Japón ha estado enfrentando varios desafíos en el mercado laboral, que se relacionan con el envejecimiento de su población y un mínimo histórico en natalidad.
Cómo es la visa para nómadas digitales de Japón
A principios de este año, la Agencia de Servicios de Inmigración (ISA) de Japón anunció que desde marzo estaría disponible el programa especial para los nómadas digitales.
La visa ofrece la oportunidad de que personas que se dedican al teletrabajo puedan conocer cómo es la vida y cultura nipona más allá de la estadía regular para turistas, que solo consiste en 90 días.
De momento solo está disponible para 49 países del mundo, incluido Chile. Según reportó The Japan Times, los territorios elegibles son aquellos que actualmente tienen tratados fiscales y acuerdos con Japón.
También se deben cumplir con otras condiciones estrictas, lo que obliga a que solo los postulantes más calificados finalmente accedan al programa. Entre esos requisitos se encuentra acreditar un ingreso anual de 10 millones de yenes (aproximadamente 63 millones de pesos chilenos) o más, tener un seguro médico privado con cobertura del mismo valor y un pasaporte con una vigencia mínima de seis meses.
Luego de que se obtiene la visa, los titulares podrán vivir y trabajar de forma legal en cualquier punto de Japón por un periodo de seis meses, el cual no es renovable. Si bien pueden volver a postular, para ello es necesario pasar seis meses consecutivos fuera de Japón.
Un aspecto que ha llamado la atención es que los cónyuges e hijos de los postulantes también son elegibles, por lo que puede ser una alternativa para que familias vivan en un país distinto al de origen mientras se trabaja de forma remota.
Por qué la visa para nómadas digitales en Japón no es sencilla
Aunque el programa que estrenó Japón cuenta con varios beneficios para los profesionales que trabajan a distancia, también tiene limitaciones. Entre ellas, que los titulares de la visa no pueden abrir una cuenta de banco en el territorio ni arrendar un alojamiento a largo plazo.
Según Loeffler, no pareciera que los países asiáticos, como Japón, estén impulsando “visas fáciles para nómadas digitales”.
“Exigen salarios más altos en comparación con las visas para nómadas digitales de Europa o tienen requisitos estrictos por la naturaleza de su trabajo remoto”, recalcó.
Loeffler también hace referencia a Tailandia, que cuando anunció que impulsaría una visa de este tipo, generó gran entusiasmo en la comunidad de nómadas digitales repartidos en el mundo. Sin embargo, sus requisitos no son sencillos de cumplir para todos los trabajadores remotos.