No es una sorpresa que estamos en la era de lo instantáneo, donde las personas se han acostumbrado a usar la cámara del celular para documentar los momentos de la vida diaria y posteriormente publicarlos en plataformas como Instagram o TikTok.
Pero la Generación Z está decidiendo incurrir en algo diferente, algo que quizás no conocían antes o que sí pero eran demasiado pequeños para apreciarlo en su totalidad: las cámaras digitales que nacieron a principios de los 2000.
Es el caso de Anthony Tabarez, joven de 18 años que el año pasado celebró su baile de graduación de secundaria y que decidió inmortalizar cada recuerdo con fotos y videos. Sorprendentemente no lo hizo con su celular, sino que con una Olympus FE-230, cámara digital cuya fecha de fabricación data de 2007. Antes, había pertenecido a su madre.
“Estamos tan acostumbrados a nuestros teléfonos”, comentó el estudiante a The NY Times. “Cuando tienes algo más para disparar, es más emocionante”, aseguró.
Precisamente, fue el último año de escuela cuando Anthony vio que cámaras como la suya comenzaron a verse seguido en fiestas y las salas de clases.
Aunque pueden parecer pasadas de moda por las generaciones más grandes, Anthony y otros jóvenes más de su edad han vuelto a poner estas cámaras en la palestra.
Hoy en día, el hashtag #digitalcamera acumula casi 190 millones de visualizaciones en TikTok. Algunos de esos videos son reviews, otros solo muestran los registros que resultan de este tipo de cámaras.
Podría decirse que el regreso de las cámaras digitales no es algo inesperado, considerando que desde hace un par de años se ha instalado la nostalgia por la moda Y2K, que viene a rescatar toda la estética dosmilera.
La vuelta del Y2K ha significado no solo que la Generación Z se haya cautivado por las cámaras digitales, sino que también han reaparecido otras tendencias vinculadas a ese periodo como los pantalones tiro bajo, los vestidos sobre jeans, el uso de gloss en el maquillaje y las cejas delgadas.
Una generación que creció con celulares
Para entender por qué los jóvenes se han encantado con estas cámaras para inmortalizar ciertas ocasiones especiales, hay que tener en cuenta que gran parte de la Generación Z eran tan solo bebés a inicios de los 2000. Incluso, algunos de ellos ni siquiera habían nacido aún.
Según cuenta el artículo de The NY Times, es probable que este grupo etario haya crecido en un ambiente donde los dispositivos móviles estaban al alcance de la mano. En su infancia y adolescencia no tenían que esperar que a la cámara le quedara espacio o batería para una foto especial, sino que ellos mismos crecieron sacándose todas las selfies que querían.
Y ahora, parte de esa generación estaba buscando algo novedoso, hasta que lo encontraron en las cámaras digitales tipo point and shoot.
Canon PowerShot, Kodak EasyShare, Sony CyberShot y Nikon Coolpix son algunas de las líneas de cámaras que están siendo rescatadas por esta generación.
La poca calidad de las fotos es aesthetic
Aunque suene curioso, la poca calidad de las fotografías de estas cámaras en comparación a los celulares, no es considerado algo negativo entre los jóvenes.
De hecho, la poca claridad de las imágenes es considerada algo aesthetic —estético, que causa placer a la vista— por quienes están optando por volver a usarlas.
“La gente se está dando cuenta de que es divertido tener algo que no esté conectado a su teléfono”, comentó a The NY Times Mark Hunter, fotógrafo reconocido como Cobrasnake.
“Estás obteniendo un resultado diferente al que estás acostumbrado. Hay un poco de retraso en la gratificación”, agregó.
Hunter no es un desconocido en este tema. En sus inicios como fotógrafo se dedicó a documentar la vida nocturna de las celebridades con su cámara digital, llegando a captar la entonces incipiente carrera de Taylor Swift y las primeras fiestas de Kim Kardashian.
En palabras de Hunter, el regreso de este tipo de dispositivos ha sido como retroceder el tiempo hasta el año 2007 “reviviendo cada episodio de The Simple Life”, recordando un icónico show que retrataba la amistad de Paris Hilton y Nicole Richie.
Dado que muchas de estas cámaras han sido descontinuadas en el comercio establecido, quienes están interesados en estos objetos han tenido que optar por comprar en tiendas de Instagram o en plataformas como Bay.
Davina Ramnarine, portavoz de eBay, dijo a The NY Times que las búsquedas del término “cámara digital” creció un 10% desde 2021 a 2022, mientras que las búsquedas por cada modelo en particular aumentó en mayor cantidad. Es el caso del modelo Nikon Coolpix, cuyas búsquedas incrementaron hasta en un 90%.
En búsqueda de lo auténtico
Para la experta en tendencias de la empresa WGSN Insight, Brielle Saggese, las cámaras digitales han aumentado su popularidad porque son más auténticas a ojos de la Generación Z, y no porque sea una simple rebelación.
“Queremos que nuestros dispositivos se mezclen silenciosamente con nuestro entorno y no sean visibles”, comentó Saggese. “La estética Y2K le ha dado la vuelta a eso”, añadió.
Rudra Sondhi tiene 18 años, es estudiante en la Universidad McMaster en Hamilton y decidió comenzar a usar la cámara digital que le heredó su abuela. Lo hizo porque le pareció que era una mezcla entre las cámaras de rollo y los celulares.
“Cuando miro mis fotos digitales (de la cámara) tengo recuerdos muy específicos adjuntos a ellas”, explicó Rudra.
En cambio, al revisar “el carrete de la cámara en mi teléfono, recuerdo el momento y no es especial”, dijo.
Ahora, Sondhi se hizo otra cuenta de Instagram en la que solo sube contenido de su cámara digital. Ahí ha compartido fotografías de momentos especiales como el concierto de The Weeknd, una visita al museo y salidas con sus amigos más cercanos.
Otro caso es el de Sadie Gray Strosser, quien contó que la llegada de las cámaras digitales significó un cambio en su vida. En el periodo de la pandemia tenía tiempo libre, por lo que quiso rescatar la cámara Canon Powershot de sus padres.
También se hizo una cuenta adicional para subir el contenido de su cámara digital, donde sube registros de sus amigos y otros momentos espontáneos de su vida.
Cuando comenzó a usarla, Sadie dijo que se sintió “tan fuera de la red y casi se me fue de las manos el usar una cámara que no estaba conectada a un teléfono”, aseguró.