Sin motivo aparente alguno, un grupo de orcas ha estado embistiendo directamente contra los veleros que pasan por el Estrecho de Gibraltar, en las aguas donde se une el mar Mediterráneo con el océano Atlántico.
Históricamente esa zona ha sido muy frecuentada por las orcas. La razón es que allí abundan los atunes rojos, animal que es una de las presas más codiciadas de las también llamadas “ballenas asesinas”.
Lo que ha llamado la atención de tripulantes, científicos y autoridades es que desde hace un tiempo los cetáceos que andan por esa zona marítima no hacen alguna otra acción que permita interpretar que comenzará una posible agresión de su parte.
Tan solo se dirigen a atacar o “interactuar” como algunos prefieren llamar, particularmente hacia los timones de los veleros. Todo apunta a que el líder del clan es Gladis, la matriarca de los cetáceos.
Los primeros reportes de esta llamativa actitud entre las orcas se remontan al año 2020. De acuerdo a Alfredo López Fernández, doctor en biología y miembro del Grupo de Trabajo de la Orca Atlántica (GTOA), se han identificado alrededor de 500 “interacciones” de este tipo entre 2020 y 2022, consigna AFP. Mientras tanto, la organización Salvamento Marítimo estima que este año han ocurrido 28.
Entonces, ¿hay alguna explicación sobre estas interacciones? ¿Qué es lo que han podido identificar los expertos hasta ahora?
Las posibles motivaciones de los ataques de orcas a barcos
José Luis García Varas, de WWF España, señaló a AFP que hay que tener en cuenta que las orcas “son familiares, son grupales, son muy inteligentes y tienen un elemento de transmisión oral del conocimiento”.
Hasta ahora, “se sabe muy poco de cuáles son las causas de estas interacciones”, dice García Varas.
“Las orcas están haciendo esto a propósito, por supuesto, no sabemos el origen ni la motivación, pero el comportamiento defensivo basado en el trauma, como origen de todo esto, cada día cobra más fuerza para nosotros”, afirma López Fernández, en declaraciones recogidas por Live Science.
Tal como plantea el experto, una de las teorías que más se ha posicionado entre los especialistas que han analizado el fenómeno es que todo habría surgido por una experiencia traumática de la orca identificada como Gladis, la que ha sido parte de las embestidas contra los veleros.
Se cree que ese cetáceo en particular vivió un incidente, como un choque grave contra un bote, lo que provocó un cambio en su actuar. Luego, ese mismo comportamiento fue imitado por el resto del clan, produciendo los ataques que se han identificado desde el año 2020.
“Esa orca traumatizada es la que inició este comportamiento de contacto físico con el bote”, advierte López Fernández.
Luego, añade: “Nosotros no interpretamos que las orcas están enseñando a las crías, aunque la conducta se ha extendido a las crías verticalmente, simplemente por imitación, y luego horizontalmente entre ellas, porque lo consideran algo importante en sus vidas”.
Una investigación publicada en 2022 en la revista Marine Mammal Science también ahondó en las características de los incidentes que se han dado en el Estrecho de Gibraltar.
Los autores plantean que por ahora solo se pueden hacer suposiciones de las causas de estos ataques, pero advierten que podría haber sido por “algún incidente aversivo puntual” que provocó la conducta, una mezcla de varios elementos como la falta de presas y la molestia que causan las embarcaciones, y por último, la curiosidad que la especie tiene por naturaleza.
El informe destaca que las orcas son animales muy inteligentes y que pueden imitar con facilidad el comportamiento de sus compañeros. También recalcaron en que no es posible desechar la posibilidad de que otros integrantes del clan puedan repetir la conducta “y que probablemente la situación se vaya a agravar” en el futuro.
Para Monika Wieland Shields, directora del Instituto del Comportamiento de las Orcas, esto va más allá. “Creo que se toma como agresión porque está causando daño, pero no creo que podamos decir que la motivación es necesariamente agresiva”, expresó a la cadena NBC.
Por ahora la experta no se posiciona en la hipótesis de que todo haya partido por venganza, pero tampoco la descarta. También enfatiza en la posibilidad de que este fenómeno esté más relacionado a un comportamiento “de moda” entre las orcas, es decir, algo más bien temporal y que es repetido por los ejemplares de un grupo.
“Es una especie de comportamiento o juego nuevo que parece inventarse una ballena, y parece extenderse entre la población, a veces durante semanas o meses, o en algunos casos años, pero luego, en muchos casos, simplemente se va”, asegura al citado medio.
Luke Rendell, investigador del aprendizaje, comportamiento y comunicación de mamíferos marinos de la Universidad de St Andrews (Escocia), dijo a The Conversation que aún no se sabe “lo suficiente sobre las motivaciones de las orcas para estar seguros” y que “el rompecabezas para los biólogos es entender cómo se desarrolló este comportamiento”.
Sin embargo, por lo que ha podido observar, también se aventura en que podría explicarse por un comportamiento más bien temporal de la especie.
“El origen y la difusión de estos ataques de barcos actualmente encaja muy bien con la caracterización de una moda pasajera, y queda por ver cuánto tiempo persiste”, afirmó.