Es una costumbre que los gatos hacen seguidamente y que comienza más o menos así: encuentran un espacio de comodidad o suavidad, ya sea en una almohada, una frazada, un sillón e incluso una persona, y poco a poco, comienzan a mover sus patas delanteras a un ritmo muy coordinado.
A esa conducta se le conoce popularmente como amasar. En ocasiones también aparece acompañada de ronroneos, el característico sonido que emiten los gatos y que es un indicio de que está contento, en un espacio de confianza.
Pero, ¿alguna vez te has preguntado por qué estos mamíferos hacen ese acto, tan repetitivo en algunas ocasiones?
Desde la ciencia se ha buscado descubrir la explicación ante esa incógnita. Hasta ahora no hay algo completamente determinado, pero la hipótesis que más ha prevalecido es que es una conducta que se remonta a los primeros días en que nacieron. En términos sencillos, se trataría de algo heredado tras su etapa de gatito.
En esos primeros meses de vida, es muy común que los cachorros estén amasando a su madre en el momento previo a ser amamantados o mientras están recibiendo la leche, por ejemplo.
Las posibles causas de que los gatos amasen
Susan Hazel y Julia Henning, de la Facultad de Ciencias Animales y Veterinarias de la Universidad de Adelaida (Australia), plantean en un artículo en The Conversation que esta conducta está estrechamente vinculada con la succión.
Aunque no se refleja a simple vista, lo que hace el gatito es ayudar a promover la producción de leche de su madre. “Probablemente evolucionó por esta razón”, dicen las autoras.
Pero hay otro factor adicional. Las expertas en comportamiento animal dicen que el acto de amasar implica una “ventaja evolutiva”, pues podría significar una forma en que el gatito y la madre se comunican a través del tacto.
“Los gatos tienen glándulas odoríferas en las suaves almohadillas de sus patas, y cuando amasan, estas glándulas liberan feromonas (mensajes químicos que se usan para comunicarse)”, explican en el artículo.
Y agregan: “Amasar a su madre libera feromonas asociadas con el vínculo, la identificación, el estado de salud o muchos otros mensajes”.
¿Por qué los gatos en edad adulta siguen amasando?
En otro artículo del mismo medio, Julia Albright, profesora de comportamiento animal en la Universidad de Tennessee (Estados Unidos), plantea que es “seguro” afirmar que un gato adulto amasa en las ocasiones en que se siente cómodo y contento, tal como lo hace un gatito en sus primeros meses de vida.
“Si tu gato no amasa, podría significar que está un poco estresado, o simplemente podría ser que tu gato no muestra relajación o afecto de esa manera”, asegura la experta.
Por su parte, Hazel y Henning explican que esta acción común también se prolonga hasta la etapa adulta debido a un proceso conocido como neotenia. En breve, se trata de un fenómeno en el que el animal retiene características o comportamientos de su edad más temprana hasta que es adulto.
“Es probable que estos rasgos sean ventajosos para los gatos cuando necesitan socializar con humanos y otros gatos o animales en el hogar”, señalan las especialistas.
Sobre la conducta de amasar, creen que se podría extender porque permite “comunicar mensajes”. Por ejemplo, si un felino está amasando en nuestro regazo, podría ser una manera de decir de que se siente muy bien con nuestra compañía.
Otras expertas de esta área advierten que el amasar es un hábito que no ha sido investigado en su totalidad desde la ciencia. Es el caso de Lauren Finka, investigadora en comportamiento y bienestar de gatos, quien dijo a la revista BBC Science Focus que todavía no se saben muchas cosas sobre cómo funciona el amasar.
Una teoría adicional que aparece sobre este acto es que sería una manera en que los gatos desean esparcir su olor por el espacio. “Hay bastantes glándulas odoríferas alrededor de las patas de los gatos, por lo que puede ser que nos amasen para depositar su olor”, comenta la experta al citado medio.
Finka también destaca otro fenómeno interesante: aparentemente, el amasar solo es realizado por gatos que viven en hogares y bajo el cuidado de humanos. En el caso de los gatos ferales que ya han dejado su nido, no ocurriría lo mismo.
“Para ellos, esos comportamientos son algo que en su mayoría solo hacen cuando están cerca de sus compañeros de camada y su madre, no como gatos adultos independientes”, aseguró.
Según han identificado las investigadoras en comportamiento animal, no hay que alertarse si un gato no amasa en lo absoluto, ya que podrían demostrar su comodidad de otra manera. Pero si realiza la conducta muy seguidamente como si no la pudiera controlar, hasta el punto en que sus patitas quedan dañadas, podría ser una señal de que algo fuera de lo normal está ocurriendo.