Sídney es famosa por sus playas que todos los años atraen a millones de turistas internacionales. Pero ahora, esas costas han llamado la atención no por su belleza, sino que por un misterioso fenómeno que ha ocurrido en los últimos días.
A lo largo de sus orillas han aparecido miles de bolas de color negro, de origen desconocido y de un tamaño similar al de una pelota de tenis.
El evento obligó a que algunas de las playas más populares de la ciudad de Australia tuvieran que cerrar temporalmente por temor a que el material fuera tóxico y representara un riesgo para la salud de los humanos.
En qué playas de Australia aparecieron misteriosas esferas
Las curiosas esferas fueron reportadas por primera vez el 15 de octubre en Cogee, una de las playas más icónicas de Sídney. Al día siguiente se descubrieron en Gordons Bay, que se ubica al norte de Cogee.
Tras el hallazgo, el alcalde del distrito de Randwick (al este de Sídney), Dylan Parker, dio a conocer que las costas estarían clausuradas hasta nuevo aviso y que se aconsejaba a los bañistas que no tocaran o se acercaran al material.
El incidente fue reportado de inmediato a la Autoridad de Protección Ambiental de Nueva Gales del Sur (EPA, por sus siglas en inglés), con el fin de que se desarrollara una “metodología de limpieza y proceso de eliminación seguro de los desechos”, detalló Parker a través de redes sociales.
Además de eso, un barco de la Autoridad Portuaria de Nueva Gales del Sur procuró recoger las pelotas antes de que llegaran a la arena, al mismo tiempo en que los equipos de limpieza que estaban en terreno sacaban los desechos con palas y guantes.
Sin embargo, con el pasar de las horas las esferas continuaron apareciendo en otras playas del distrito de Randwick. Se trata de Clovelly, Maroubra y Malabar, que también fueron cerradas por precaución.
Otras costas que pertenecen al distrito de Waverley, como la icónica Bondi, Tamarama y Bronte, sufrieron la misma medida.
Desde el Ayuntamiento de Randwick aseguraron que se había iniciado una investigación exhaustiva para determinar el origen y la composición de los objetos hallados. Las sospechas iniciales apuntaban a que se trataría de derrame de petróleo.
“En esta etapa se desconoce cuál es el material, sin embargo, pueden ser ‘bolas de alquitrán’ que se forman cuando el petróleo entra en contacto con escombros y agua, normalmente por resultado de derrames de petróleo o filtración”, complementaron.
Según reporta The Guardian, las motos acuáticas del Ayuntamiento identificaron lo que presuntamente era una mancha de petróleo en el mar. No obstante, la Autoridad Portuaria aseguró que ningún buque ha reportado derrames de petróleo en esa zona.
“Es responsabilidad de todos los barcos informar sobre cualquier derrame a las autoridades pertinentes”, dijo la entidad en un comunicado.
Qué riesgos podrían representar para los animales
Mientras las autoridades realizan la investigación para esclarecer cómo llegaron los residuos a las playas, la organización Sociedad para la Conservación Marítima de Australia alertó que este evento representaba un peligro para el ecosistema marino, especialmente ballenas, peces, tortugas marinas y aves.
“Las bolas de alquitrán pueden persistir durante largos períodos en el medio marino, e incluso pequeñas cantidades de petróleo pueden perturbar cadenas alimentarias enteras, impactando en todo, desde el plancton hasta los depredadores más grandes”, señaló la entidad a través de su Instagram.
De qué están hechas las esferas que aparecieron en Australia
El sábado 19 de octubre, las playas clausuradas de Sídney pudieron volver a abrir luego que los análisis arrojaran que los restos con forma de bola no son altamente tóxicos para los humanos.
De acuerdo a Mark Hutchings, director de Asuntos Marítimos de Nueva Gales Del Sur, se identificó que las misteriosas esferas “están compuestas de ácidos grasos, sustancias químicas compatibles con las que se encuentran en productos de limpieza y cosméticos, mezcladas con algo de combustible”.
Hutchins agregó que se identificó que estos residuos no son tóxicos para los humanos, pero que de todas formas no deberían ser manipulados.
“No son dañinos cuando están en el suelo, pero no se deben tocar ni recoger. Si ve estas pelotas, avísele a un socorrista. Si usted o su familia tocan una accidentalmente, lávese las manos con agua y jabón o con aceite para bebés”, detalló la autoridad, según la cadena australiana ABC.
De momento, la EPA continúa realizando pruebas de laboratorio para descubrir de dónde provienen los elementos.