El Chicago Lakeside Project parecía una gran idea. Ubicado al sur de la ciudad y a un costado del lago Michigan, tuvo como propósito albergar en 250 hectáreas a 13.500 hogares, 50 hectáreas de parques, 1,6 millones de metros cuadrados de tiendas comerciales, áreas verdes, un hospital y un colegio. Pero este centro urbano de cuatro mil millones de dólares, con fecha de inauguración en 2050, no sería como los demás. Sus 150 mil habitantes dispondrían del uso de casi cualquier objeto cotidiano conectado a internet, algo que hoy conocemos como "internet de las cosas" y que en 2014 -año de lanzamiento del proyecto- parecía inalcanzable. De esta forma, autos, cafeteras, luminaria pública, basureros que avisan cuando están llenos, inodoros inteligentes que pueden analizar los desechos y advertir de posibles enfermedades o refrigeradores que hacen pedidos automáticamente al supermercado estarían conectados a la red, "conversando" entre sí y arrojando enormes cantidades de datos anónimos para ser analizados y elaborar planes en mejoras de desarrollo o publicidad. Sin embargo, el proyecto de la empresa Cisco fue suspendido.
Lakeside es una muestra futurista y soñadora de lo que puede ocurrir en algunos años más, cuando el "internet de las cosas" esté plenamente desarrollado. Una ciudad con su propio sistema operativo que poco a poco comienza a ser replicada en urbes como Barcelona, sede del Mobile World Congress, la feria de movilidad más importante del mundo, y en el que cientos de compañías trabajan arduamente en áreas distintas y se complementan con los avances en redes de alta velocidad y la domótica (objetos conectados en el hogar). Aún así, antes de caminar hay que gatear, y apenas estamos en pañales. Por ahora, uno de los impedimentos tiene que ver con la velocidad y saturación de las redes, algo que ya está en vías de solucionarse con el 5G.
Hernán Cameo, CMO de Telefónica Chile, señala que gracias a que 5G cuenta con una velocidad de hasta 10 Gbps, una latencia (tiempo de respuesta entre una orden y su ejecución) de cinco milisegundos, podremos ver películas en Netflix con calidad 4K en varios dispositivos en un mismo hogar, descargar archivos pesados en menos tiempo o, incluso, realizar precisas cirugías de un sitio a otro, usando un casco de realidad virtual o aumentada. Aunque la empresa señaló que en Chile y gran parte del mundo esta tecnología podría llegar en 2020, durante 2018 se harán pruebas reales, mientras que para 2019 arribarían los primeros artefactos compatibles.
La revolución silenciosa
Definición por penales del Mundial de Fútbol de 2026. A pesar que tanto jugador como portero intentan ocultar su nerviosismo, su actividad cardíaca está siendo monitoreada en tiempo real por millones de personas a través de una aplicación para dispositivos móviles, mostrando en una curva ascendente la ansiedad de ambos protagonistas. Tras el gol, los gráficos muestran la curva que tomó el balón, su velocidad y cuántos centímetros le faltaron al arquero para atajarlo.
Esta situación no está muy lejos de la realidad: actualmente, ya existen más smartphones que personas en el mundo, y balones de fútbol, básquetbol y raquetas de tenis cuentan con la capacidad de entregar información precisa sobre cómo están siendo usados, mientras que las pulseras deportivas y smartwatches cada vez ganan más adeptos. Por otro lado, empresas como Philips, Samsung, Fíbaro y muchas otras poseen alternativas de domótica, y a asistentes virtuales como Siri y Bixby se suma el nuevo Aura de Telefónica, un ambicioso proyecto de 70 mil millones de dólares que incorpora multilenguaje e inteligencia artificial, y en el que Chile es uno de los seis países en el mundo donde se encuentra disponible. Por ahora puede responder consultas por el chat de Facebook (la idea es que el usuario no sepa que habla con una máquina) y hacer los Safety Check de la red social en una emergencia, con distintos usos, dependiendo del país, desde pedirle que encienda o apague la luz hasta controlar los canales del cable.
No hay que pensar en 5G sólo como una conexión veloz para smartphones. Al inicio, 5G y su consecuente vínculo con el "internet de las cosas" arribarán primero al sector industrial. Vicente Muñoz, global chief IoT Officer de Telefónica, indica que de hecho, Chile es una especie de "laboratorio" donde, al ser un mercado pequeño pero muy desarrollado, se dan las condiciones ideales para que sectores como la minería o la agricultura sean campos fértiles donde realizar modelos de negocio que puedan apurar su arribo a las personas.
No es todo, ya que sumado a estas tendencias se espera el desarrollo de la inteligencia artificial en los smartphones, un área que, según la consultora Gartner, aumentará hasta 2022, cuando está previsto que el 80% de los terminales tenga esta tecnología, a diferencia del 10% actual.