Manuel Guerrero Aviña pensó que nunca podría volver a casa. El hombre, un mexicano-británico de 45 años, fue arrestado en Qatar y retenido por seis meses. Las autoridades lo acusaron por delitos de droga, pero Guerrero asegura que la razón detrás de su arresto fue por ser homosexual en un país extremadamente conservador.
Ahora, en libertad y de vuelta en casa, Guerrero protagonizó las portadas, dio entrevistas y esparció el mensaje de que la comunidad LGBTQ debe tener extremo cuidado, si es que quieren visitar a Qatar.
“Lo que me pasó a mí, podría pasarle a cualquiera”, dijo en conversación con BBC Mundo.
Esta es la historia de terror que vivió el mexicano, después de concretar una cita en una aplicación y terminar tras las rejas.
El mexicano que asegura haber sido arrestado en Qatar por ser homosexual
El mexicano Manuel Guerrero Aviña es exempleado de la aerolínea British Airways. El hombre vivió siete años en Qatar y, como cualquier persona soltera, utilizó la aplicación de citas gay Grindr para concretar un encuentro con un hombre con el que estuvo conversando por varios días previos.
Y así lo hizo: estipularon una fecha en la que Guerrero lo invitó a su departamento. Pero cuando llegó el día, fue a buscarlo al lobby del edificio y grande fue su sorpesa cuando no había una sola persona, sino un equipo de policías que lo esposaron al instante, registraron su casa —sin una orden y donde supuestamente encontraron drogas— y después lo arrestaron formalmente.
En Qatar, la homosexualidad es interpretada como un delito, pero el hombre mexicano creía que si tenía un encuentro en su casa, que es un recinto privado, no habría problema: “Parecía haber una regla no escrita de que si todo lo que sucedía era en privado, entonces estaba bien”.
“Pensé que estaba cumpliendo con las normas siendo discreto (en público) y siguiendo las reglas, pero simplemente estaba tratando de vivir un poco de mi vida tras las puertas. Pensé que estaría bien siempre y cuando no fuera en público”.
Tras conocerse el caso, distintas organizaciones que defienden los Derechos Humanos instaron a las autoridades de Qatar a liberar a Guerrero. Aseguraron que el juicio era “sumamente injusto”, no obstante, el país se defendió con que el mexicano había sido arrestado por delitos vinculados a las drogas que supuestamente habían encontrado en su domicilio.
Al final, en la audiencia —que se realizó en junio—, el mexicano fue declarado culpable por posesión ilegal de sustancias: su pena fueron seis meses en prisión, una multa de 2.700 dólares (cerca a 2.500.000 pesos chilenos) y una orden de expulsión del país.
Pese a la condena, Guerrero continuó insistiendo en su inocencia. Hasta ahora, asegura que fue la policía de Qatar la que plantó drogas en su departamento para tener una excusa de arrestarlo, pero que la razón fue en realidad su orientación sexual.
“Durante todo el interrogatorio, todo lo que me preguntaron fue sobre mis parejas sexuales, mi orientación sexual, si había tenido relaciones sexuales, con quién había tenido relaciones sexuales y cosas así”, le reveló a la BBC.
“Si solo fuera un caso de drogas, me habrían preguntado por drogas”.
Las historias contrapuestas de la policía de Qatar y Manuel Guerrero Aviña
Manuel relató al mismo medio que, mientras estuvo en prisión cumpliendo su condena, fue testigo de malos tratos e incluso azotes a otros detenidos.
Además, reveló que los policías querían desbloquear su teléfono para encontrar nombres y contactos de otras personas de la comunidad LGBTQ en Qatar y que, al rehusarse a poner su contraseña, como castigo, lo llevaron a un lugar “con condiciones de hacinamiento”.
“Intentaban obligarme a confesar y desbloquear mi teléfono, pero no podía poner en riesgo a otras personas de la comunidad gay. ¿Por qué le haría pasar ese dolor a otra persona?”.
La BBC resaltó que no pudieron verificar todas las afirmaciones del hombre, no obstante, la mayoría de sus relatos ocurrieron a puertas cerradas y casi sin testigos.
En paralelo, la familia del mexicano investigó sobre otros casos de personas homosexuales que cayeron en manos de las autoridades de Qatar y “todo indica que otros han tenido experiencias similares”.
Aún así, un funcionario qatarí le dijo al medio que “Manuel fue tratado ‘con dignidad y respeto durante su detención’ y que fue sentenciado ‘tras una investigación y un juicio’”. Aseguró que el delito fue “posesión ilegal de sustancias” y que “ningún otro factor fue considerado cuando se le arrestó”.
“El señor Aviña y su familia han hecho numerosas acusaciones falsas en un intento de generar simpatía pública y apoyo para su caso”.
“Las creencias, los antecedentes o la orientación de una persona no la eximen de la ley, especialmente cuando enfrenta cargos graves relacionados con posesión de drogas. Qatar tiene leyes estrictas que regulan la posesión de drogas ilegales y las autoridades trabajan continuamente para combatir este problema”.
“Como el mismo señor Aviña ha reconocido, él vivió en Qatar sin ningún problema por siete años”.
Pero, en contraposición a los dichos del funcionario qatarí, el diplomático británico en Qatar, James Lynch, declaró que “Manuel fue claramente atacado porque era LGBTQ y vivía en Qatar, y vivía su vida”.
“En los últimos tres años hemos tratado varios casos de personas que fueron arrestadas y luego interrogadas sin un abogado presente. Los qataríes tienen que arreglar la forma en que se está impartiendo justicia en el país”, concluyó.