Por estos días, algunos científicos están llevando a cabo un ambicioso plan: regresar a la vida a especies extintas.
La compañía de biotecnología Colossal Biosciences es la que está lidiando el proyecto que tiene por objetivo revivir a animales que desaparecieron hace cientos de años. Dos años atrás, la empresa había revelado que deseaba traer de vuelta al mamut lanudo y ahora planea hacerlo con el dodo.
¿Por qué ese animal en particular? Para Ben Lamn, emprendedor y director general de Colossal Biosciences, la elección se debe a que “el dodo es un símbolo de la extinción causada por el ser humano”, dijo a Associated Press. La entidad quiso crear una división que solo se enfocará en las tecnologías genéticas dedicadas a aves.
El dodo fue una especie que no podía volar y que era originaria de la isla Mauricio, ubicada en el océano Índico. El último avistamiento de un ejemplar sucedió a fines de 1600.
Los detalles del plan
Hasta ahora, la empresa estadounidense acumula 225 millones de dólares de inversionistas que se han sentido atraídos por el proyecto. Algunos de los patrocinadores son el Fondo de Innovación Tecnológica de Estados Unidos, Breyer Capital e In-Q-Tel.
Teniendo en vista eso, Ben Lan advirtió que no está planeado que el posible regreso del dodo produzca dinero de forma directa. Sin embargo, se espera que el proceso científico en sí sirva para otros usos futuros, por ejemplo, la atención médica para humanos.
En cierta forma, ese último objetivo ya está siendo encaminado porque la empresa estadounidense ha estado testeando ciertas herramientas que permiten cambiar el genoma.
Según Beth Shapiro, bióloga molecular del comité asesor científico de Colossal Biosciences, la paloma de Nicobar vendría a ser el animal vivo que más se asimila al dodo. La científica ha investigado al dodo por casi dos décadas, por lo que conoce de muy cerca a la especie.
En estos momentos, el equipo de Shapiro busca analizar específicamente las diferencias entre el dodo y la paloma de Nicobar, porque así podrán entender “cuáles son los genes que hacen que el dodo sea un dodo”.
El paso siguiente sería tratar de modificar las células de la paloma de Nicobar, de esta manera, poder asimilarlas a las del dodo. La especialista también dice que una posibilidad es poner las células cambiadas en los huevos de otras aves, incluyendo paloma o pollos. Así, dice Shapiro, se podría generar una cría que engendre huevos de dodo de forma natural.
Eso sí, la especialista es enfática en señalar que “no es posible recrear una copia 100% idéntica de algo que ya no existe”.
Qué dicen otros científicos
Hay algunos especialistas que no ven con buenos ojos que siquiera se intente llevar a cabo este proyecto. Además, plantean que esta “desextinción” podría ser una forma de alejar el foco de las especies que actualmente están desapareciendo en el planeta.
Stuart Pimm, académico de ecología de la conservación en la Universidad de Duke (EE.UU.), aseguró que “existe un riesgo real en decir que si destruimos la naturaleza, simplemente podamos traerla de vuelta, porque no podemos”.
“¿Y dónde pondrías a un mamut lanudo si no es dentro de una jaula?”, se cuestionó el profesor.
Según la visión de los especialistas que conocen de cerca los proyectos de reproducción en cautiverio, es difícil que aquellas especies que han sido criadas en recintos como zoológicos puedan convivir en la naturaleza.
“En primer lugar, evitar que las especies se extingan debería ser nuestra prioridad, y en la mayoría de los casos es mucho más económico”, advirtió Boris Worm, académico de biología en la Universidad de Dalhouse (EE.UU.)