Fue en mayo pasado cuando el exdirector de la agencia espacial rusa Roscosmos, Dimitri Rogozin, anunció que Rusia planeaba poner en servicio alrededor de 50 nuevos misiles balísticos intercontinentales Sarmat, con capacidad nuclear, para finales del otoño boreal.
Hoy las autoridades de Rusia anunciaron la activación de estos ICBM para su potencial uso en combate.
Se trata de un misil capaz de transportar una decena de cabezas nucleares y con el que Moscú quiere renovar su arsenal.
Las fuerzas rusas realizaron la primera prueba de este misil balístico en abril de 2022. Con un radio de alcance de entre 17.000 y 18.000 kilómetros, está llamado a ser una pieza clave del arsenal armamentístico de Rusia, con capacidad para alcanzar objetivos en toda Europa e incluso en territorio de Estados Unidos.
El actual jefe de Roscosmos, Yuri Borisov, confirmó que ya están listos para el combate, según reporta la agencia Interfax.
Bomba nuclear apocalíptica
El Sarmat, también conocido como Satán II, tiene 35 metros de largo, pesa 208 toneladas y puede armarse hasta con 15 ojivas nucleares.
Además, cuenta con un alcance de hasta 18.000 kilómetros, lo que permitiría a Rusia alcanzar objetivos en todo el mundo lanzando ataques a través de ambos polos.
Los primeros Sarmat estarán estacionados en la región de Krasnoyarsk y podrían destruir Reino Unido en solo seis minutos.
El misil, según Putin, podría superar todo tipo de defensas y obligar a las naciones a “pensárselo dos veces” en caso de un ataque a Rusia.
Desde el inicio de la invasión a Ucrania, Putin ha dicho que está dispuesto a utilizar todos los medios, incluidas las armas nucleares, para defender la “integridad territorial” de Rusia.