El aceite es un esencial en la cocina. No solo para aliñar las ensaladas, sino para cocinar arroz, saltear verduras, guisos y un sinfín de preparaciones. Sin embargo, muchas personas no saben que este ingrediente también aporta distintos nutrientes al cuerpo, por lo que hay que saber elegir el ideal para cuidar nuestra salud.
Y es que en las tiendas, el pasillo de este producto está lleno de distintos ejemplares que tienen distintos orígenes: aceite de palta, oliva, girasol, coco, uva, y así continúa la lista.
¿Cuál es el mejor aceite para cocinar? ¿Cuál deberíamos evitar?
Qué aceite es el más saludable para cocinar y consumir
El origen del aceite determinará su sabor y contenido nutricional. En general, los aceites entregan ácidos grasos esenciales para la salud que no son negativos. Suelen ser parte de lo que comúnmente se conoce como “grasa buena” o “grasa saludable” (poliinsaturadas y monoinsaturadas).
En esta línea, los especialistas en nutrición siempre recomiendan leer las etiquetas nutricionales de los productos y buscar que tengan, en primer lugar, poco contenido de grasa saturada (menos de 4 gramos por porción).
“Algunos aceites de cocina pueden tener efectos negativos para la salud si se usan en exceso, incluidos los que tienen un alto contenido de grasas saturadas”, aseguró Beth Czerwony, dietista del Centro de Nutrición Humana de la Clínica Cleveland a TODAY.com.
Según la Asociación Estadounidense del Corazón, las grasas saturadas son las culpables de obstruir arterias y provocar un aumento en el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares,
En segundo lugar, los aceites no deben provenir de plantas tropicales, como el aceite de coco, palma y palmiste ya que “tienen mucho más contenido de grasas saturadas y permanecen sólidos a temperatura ambiente”.
Por ello, es preferible consumir otros, como el aceite de oliva y el de palta.
Y, finalmente, hay que fijarse en que el aceite de cocina no sea refinado. “Los aceites refinados suelen ser más baratos y duran más. Pueden tener un sabor muy neutro y soportar temperaturas de cocción más altas, lo que los convierte en una opción práctica en la cocina”, dijo la dietista.
Pero en ese proceso, se elimina gran parte de los nutrientes esenciales del aceite. Sin embargo, el costo de ellos puede ser menos económico y tener una vida útil más corta.
Finalmente, la experta hizo un llamado a tener en cuenta las porciones de aceite que se consumen a diario: “El tamaño de la porción de aceite es pequeño (una cucharada) y consumir más puede aumentar drásticamente la ingesta de calorías y grasas por encima de la cantidad recomendada”.