Con la llegada de Semana Santa, muchas personas ya comenzaron a hacer las tradiciones que acostumbran a aplicar todos los años.

Se trata de una época muy trascendental para la comunidad cristiana y católica, dado que conmemora los últimos momentos en que Jesús estuvo con vida, hasta que se produjo su crucifixión y resurrección.

Es habitual que cuando ya está terminando esta festividad, específicamente durante el Domingo de Resurrección, los más pequeños busquen en el hogar sus clásicos huevitos de pascua y sientan gran emoción por ese momento.

Mientras tanto, para los devotos, se trata de un periodo en el que se debe reflexionar, asistir a misa e incluso hacer ciertos sacrificios, como evitar consumir carne.

Muchos fieles respetan la tradición de no comer carne durante el Viernes Santo.

Estas son las carnes que no se deberían comer en Semana Santa

En lo concreto, la práctica de abstenerse de comer carne ocurre para demostrar una acción de penitencia y reflexión tras la muerte de Cristo. También está la creencia que la carne simboliza el cuerpo de Cristo sacrificado, y por la misma razón se recomienda a los fieles dejarla de lado.

Las carnes que se deben evitar durante Semana Santa son las rojas, como vacuno, buey y caballo; y las blancas, es decir pollo, pavo, conejo y cerdo. Esa restricción rige para el Viernes Santo, aunque también hay quienes la aplican durante toda la conmemoración.

Debido a lo anterior, es recurrente que muchas personas opten por consumir pescados y mariscos en estas fechas. Sin embargo, desde la Conferencia Episcopal de Chile establecen que aquello no es una obligación.

“Más que una prohibición de comer, es una invitación a vivir austeramente este día con el sentido de la privación para asociarnos al dolor de Cristo, en el día que se conmemora su pasión y muerte en la Cruz”, indican en su sitio web.