La Organización Mundial de la Salud (OMS) está analizando exhaustivamente si declarará al aspartamo, endulzante presente en muchos alimentos y bebidas, como un “posible cancerígeno” para los humanos.
Según relataron a Reuters fuentes cercanas al proceso, a mediados de julio los expertos deberían dar a conocer las conclusiones sobre esta sustancia, considerando toda la evidencia científica que se ha publicado.
Específicamente es la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), una rama de la OMS que estudia sobre el cáncer, la que está encabezando el análisis.
En simultáneo, el Comité Conjunto de Expertos en Aditivos Alimentarios de la OMS (JECFA) también revelará en julio sus hallazgos por el uso de este sustituto del azúcar.
Aspartamo: 200 veces más potente que el azúcar
Se trata de un edulcorante artificial bajo en calorías. Está basado en tres componentes, llamados fenilalanina, ácido aspártico y metanol.
Fue descubierto en el año 1965 por el químico James M. Schlatte, quien se encontraba investigando una droga para combatir las úlceras y por un hecho casual recibió un poco de aspartamo en la mano. Decidió probarlo y en ese preciso instante se dio cuenta de la dulzura que tenía la sustancia.
No fue comercializado de inmediato. Recién en 1974 se autorizó en el mercado estadounidense, pero después su uso fue suspendido. En la década de los ‘80, volvió a estar presente pero solo en alimentos sólidos, y más tarde, en 1996, pudo recibir la aceptación como edulcorante general. Hoy en día lo más común es que sea vendido como un polvo blanco, cristalino y sin olor.
El aspartamo es 200 veces más potente que el azúcar y se le considera uno de los endulzantes más utilizados en todo el mundo. Está presente en una infinidad de bebidas dietéticas, lácteos, helados, cereales, chicles, dulces, gelatinas, algunas pastas de dientes y también se usa como edulcorante de mesa.
Algunos de los productos que lo contienen entre sus ingredientes son la Coca-Cola Light, el chicle Extra de Mars y las bebidas Snapple.
Según la Agencia Europea de Segurida de Seguridad Alimentaria (EFSA), el aspartamo ha enfrentado “una investigación exhaustiva durante más de 30 años, incluidos los estudios con animales de experimentación, la investigación clínica, los estudios sobre su ingesta y epidemiológicos así como la vigilancia posterior a la comercialización”.
De hecho, en 2013 la misma EFSA llevó a cabo un estudio que reflejó que este sustituto del azúcar era seguro para la salud de la población general, incluyendo a mujeres embarazadas, niños y lactantes.
“Está autorizado para el consumo humano desde hace muchos años y en muchos países después de evaluaciones exhaustivas de la seguridad”, expresa la entidad.
Desde la otra vereda queda esperar los hallazgos de los equipos de la OMS, que están en proceso de evaluar si es que el aspartamo posee un “potencial cancerígeno” para los consumidores.