El 11 de julio del año pasado, un pez remo de casi seis metros de largo fue capturado en la costa de Arica con el icónico morro de fondo.
El hallazgo sorprendió a los pescadores, de acuerdo con varios videos compartidos en redes sociales, entre otros asuntos porque la especie suele habitar en las profundidades oceánicas, a más de 200 metros bajo la superficie, donde el mundo marino es oscuro porque la luz no alcanza a penetrar.
Al día siguiente, el Centro Sismológico Nacional de la U. de Chile registró un sismo de magnitud 5.6 al sur de Arequipa, en Perú, a más de 350 km al norte de la capital provincial de la Región de Arica y Parinacota. ¿Coincidencia?
El pez remo gigante
Según la literatura científica, el pez remo gigante (Regalecus glesne) fue visto por primera vez en Noruega y corresponde a una especie lampridiforme, es decir de cuerpos aplastados y largos, con una distribución cosmopolita en todos los océanos, con excepción de las regiones polares.
Se trata de un pez donde su esqueleto está hecho mayormente de hueso y no de cartílago —como ocurre con los tiburones y mantarrayas—. Posiblemente sea la especie más larga dentro de esta superclase acuática.
El pez remo gigante también es conocido como “Rey de los arenques”. Posee una mandíbula diminuta con pequeños dientes y piel viscosa y plateada. Y se alimenta generalmente de krill, pequeños peces y calamares.
National Geographic dice que fue descrito por primera vez en 1772 por el zoólogo noruego Peder Ascanius y, aunque pueda poseer una apariencia algo aterradora, “no representa peligro para las personas”.
¿Por qué se cree que podría predecir terremotos y otros desastres?
La leyenda del pez remo y los terremotos
La mitología japonesa sitúa al pez remo como un predictor de grandes desastres naturales como terremotos y tsunamis. Todo se remonta a la leyenda de Namazu, un pez de grandes proporciones que se refugia en las profundidades del país oriental. De una fuerza incontrolable, su aparición está asociada a todo tipo de desastres.
El mito volvió a llamar la atención después del devastador megaterremoto de Tohoku, el 11 de marzo de 2011, que registró una magnitud de 9,1 y un posterior maremoto con olas de hasta 40,5 metros.
La tragedia costó la vida de más de 15 mil personas, de acuerdo a datos del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS en inglés).
Los observadores relacionaron retrospectivamente el sismo con avistamientos del pez remo en Japón entre 2009 y 2010.
Entre las diferentes hipótesis que sostienen los especialistas para explicar este fenómeno, se encuentra la del sismólogo japonés Kiyoshi Wadatsumi.
“Los peces de aguas profundas —como el pez remo— viven cerca del fondo del mar y son más sensibles a los movimientos de fallas activas que los que se encuentran cerca de la superficie del mar”, advirtió.
Por eso sería posible que estos peces emerjan cuando sienten movimientos extraños en el lecho marino. De allí podría surgir la idea de que la aparición de un pez remo en la superficie del mar, augura terremotos o tsunamis.
Rachel Grant, profesora de Biología Animal de la Universidad Anglia Ruskin en Cambridge, sugiere una hipótesis similar. “Cuando se produce un terremoto puede haber una acumulación de presión en las rocas que pueden conducir a cargas electrostáticas, generando iones con carga eléctrica que luego se transmitirán en el agua”.
Según la experta, “esto puede conducir a la formación de peróxido de hidrógeno, que es un compuesto tóxico. Los iones cargados también pueden oxidar materia orgánica que podría o bien matar a los peces u obligarlos a abandonar las profundidades del océano y subir a la superficie”.
“Procesos geofísicos detrás de este tipo de avistamientos pueden ocurrir antes de un terremoto”, concluyó.
De momento, a falta de comprobación científica, son muchos los expertos que rechazan la teoría de que el pez remo sea un verdadero mensajero de desastres.
“Difícilmente se puede confirmar la asociación entre los dos fenómenos”, escribió el sismólogo Yoshiaki Orihara en un artículo de la Sociedad Sismológica de América, luego de analizar un total de 336 eventos sísmicos y 221 reportes de aparición de peces de profundidad, como los remo.