La cantante colombiana Shakira continúa dando qué hablar, pero esta vez no precisamente por sus éxitos musicales como Te felicito, Monotonía, BZRP Music Sessions #53 y el reciente TQG.
En esta ocasión la artista reveló un detalle desconocido sobre su salud mental, en el marco de una conversación con el periodista Enrique Acevedo para el programa mexicano En punto de Televisa.
Se trata de la primera entrevista que la barranquillera brinda tras su mediática ruptura con el ex futbolista Gerard Piqué, en la que habló sobre aspectos de su vida íntima y su trayectoria en la música.
Cuando fue consultada sobre cómo ella visualiza sus logros del pasado, la respuesta de la compositora causó sorpresa. En ese instante, la intérprete de Loba expresó que hay un síndrome que cree padecer y que la ha llevado a no valorar lo suficiente los logros profesionales que acumula.
“Me gusta pensar en lo que falta de mi carrera, porque sufro levemente del síndrome del impostor, que todavía no me lo creo, que no creo que soy tan capaz como dicen que soy tan capaz o tan hábil, creativa, inteligente, talentosa”, fue la confesión que entregó Shakira.
“Quizá esa pequeña patología me mantiene motivada queriendo descubrir quién soy y lo que puedo dar”, añadió.
Shakira no es la única que padece el síndrome del impostor. De acuerdo a la doctora Valerie Young, una experta reconocida internacionalmente por este fenómeno, 7 de cada 10 personas lo han experimentado aunque sea en algún momento de la vida.
Otras figuras públicas, como Michelle Obama y Emma Watson, también han creído sufrirlo.
De qué se trata el síndrome del impostor
Según las psicólogas clínicas Pauline Clance y Suzanne Imes, quienes describieron el término en 1978, el síndrome del impostor es un fenómeno de la psicología en el que las personas no pueden internalizar sus logros y experimentan la sensación de que no merecen todo lo que han obtenido.
Por más que sean exitosas, inteligentes o estén haciendo todo bien, las personas que padecen este cuadro suelen sentir el miedo constante a ser catalogados como un fraude por los demás.
Este síndrome, que no ha sido determinado como un trastorno mental oficialmente en el DSM (Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales), puede darse en todas las edades y contextos posibles: en el trabajo, en los estudios e incluso en las relaciones personales.
Otra de las especialistas que ha estudiado de cerca el tema es Aida Baida Gil, quien escribió el libro Cómo superar el síndrome del impostor. En diálogo con BBC, la asesora profesional explicó que existen dos tipos de niveles en este síndrome: uno que es más bien temporal, que puede eliminarse cuando adquirimos más experiencia; y otro en el que los síntomas solo se agudizan a medida que avanza el tiempo.
“Asumes que tu éxito es cuestión de suerte y nunca lo achacas a tu inteligencia, sino a factores externos o al hecho de que hayas tenido que trabajar muy duro para lograrlo”, indica la experta.
Las causas que empujan a que se produzca este síndrome dependen de la realidad de cada persona que lo padece. Según la doctora Valerie Young, hay por lo menos tres orígenes posibles para que este cuadro psicológico se desarrolle.
El primero se relaciona con las dinámicas familiares acontecidas en el periodo de infancia. Por ejemplo, cuando a una persona se le presiona constantemente para tener buenas notas en la escuela o se le compara con los triunfos de sus hermanos.
Otro posible origen son los estereotipos de género, puesto que las mujeres están más expuestas a padecer este síndrome en algún momento de la vida. Lo anterior, identifican los expertos, puede deberse a la exigencia que se les hace a las mujeres para ser exitosas en el trabajo y al mismo tiempo ser buenas madres, sin espacios para la equivocación.
Por último, en esto influye también la percepción del éxito y los fracasos. Las personas con el síndrome del impostor suelen ser altamente exigentes con ellas mismas, hasta el punto en que los esfuerzos pueden llegan a ser imposibles de llevar a cabo.