Un accidente cerebrovascular (ACV) ocurre cuando el flujo de sangre a una parte del cerebro se detiene.
Si el flujo sanguíneo se interrumpe por más de pocos segundos, el cerebro no puede recibir nutrientes y oxígeno, de manera que las células cerebrales pueden morir, lo que provoca daño permanente.
Un accidente cerebrovascular se presenta cuando un vaso sanguíneo en el cerebro se rompe, causando un sangrado dentro de la cabeza. Algunas veces, se denomina “ataque cerebral”.
De acuerdo a la Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU., existen dos tipos de accidentes cerebrovasculares:
1. Accidente cerebrovascular isquémico
Sucede cuando un vaso sanguíneo que irriga sangre al cerebro resulta bloqueado por un coágulo de sangre. Esto puede ocurrir de dos maneras.
En primer lugar, se puede formar un coágulo en una arteria que ya está muy estrecha. Esto se denomina accidente cerebrovascular trombótico.
Luego, un coágulo se puede desprender desde los vasos sanguíneos del cerebro, o de alguna parte en el cuerpo, y viajar hasta el cerebro. Esto se denomina embolia cerebral o accidente cerebrovascular embólico.
Los ACV isquémicos también pueden ser causados por una sustancia pegajosa llamada placa que puede taponar las arterias.
2. Accidente cerebrovascular hemorrágico
Ocurre cuando un vaso sanguíneo de una parte del cerebro se debilita y se rompe, provocando que la sangre se escape hacia el cerebro.
Algunas personas tienen defectos en los vasos sanguíneos del cerebro que hacen que este grupo de ACV sea más probable.
Estos defectos pueden incluir:
Aneurisma: un área débil en la pared de un vaso sanguíneo que hace que al vaso se le forme una una burbuja en la parte exterior.
Malformación arteriovenosa: conexión anormal entre las arterias y venas.
Angiopatía cerebral amiloide: afección en la que las proteínas amiloides se acumulan en las paredes de las arterias del cerebro.
¿Qué factores pueden provocar un ACV?
La presión arterial alta es el principal factor de riesgo para los accidentes cerebrovasculares. Sin embargo, existen otros elementos de riesgo importantes de conocer:
- Frecuencia cardíaca irregular, llamada fibrilación auricular
- Diabetes
- Antecedentes familiares de la enfermedad
- Ser hombre
- Colesterol alto
- Aumento de la edad, especialmente después de los 55 años
- Origen étnico (personas de raza negra son más propensas a morir de un ACV)
- Obesidad
- Personas con enfermedad cardíaca o mala circulación en las piernas causada por estrechamiento de las arterias
- Tabaquismo
- Consumo excesivo de alcohol
- Consumo de drogas
- Dietas ricas en grasa
- Falta de ejercicio
- Mujeres que toman píldoras anticonceptivas (especialmente quienes fuman y son mayores de 35 años)
- Mujeres que toman terapia de reemplazo hormonal
Cuáles son las expectativas de vida de una persona tras un ACV
El pronóstico de una persona después de un accidente cerebrovascular depende de varios factores:
- Tipo de accidente cerebrovascular
- Cantidad de tejido cerebral dañado
- Funciones corporales afectadas
- Qué tan rápido se administró el tratamiento
Los problemas para moverse, pensar y hablar con frecuencia empiezan a mejorar en los días o semanas después del accidente cerebrovascular.
De acuerdo a información de la Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU., más de la mitad de quienes tuvieron un ACV son capaces de desenvolverse y vivir en el hogar. Otras personas no son capaces de cuidarse sin ayuda.
Si el tratamiento con trombolíticos tiene éxito, los síntomas de un accidente cerebrovascular pueden desaparecer.
Sin embargo, las personas con frecuencia no llegan al hospital a tiempo para recibir estos medicamentos o no pueden tomarlos debido a una afección.
Las personas que tuvieron un ACV por un coágulo de sangre (isquémico) tienen una mejor probabilidad de sobrevida que aquellas que tienen un accidente cerebrovascular por sangrado en el cerebro (hemorrágico).