Saber cómo persuadir a otros es una habilidad altamente beneficiosa. Puede ayudar a conseguir un trabajo deseado, comunicar que un proyecto tiene potencial a futuro o simplemente para lograr que un amigo nos acompañe a una fiesta.
Y aunque algunos podrían pensar que se libran de ello y que se mantienen firmes en su perspectiva, esta capacidad está presente en diversos ámbitos de la vida, tanto así que fácilmente podría pasar desapercibida.
Es claro que hay individuos que logran desarrollar la persuasión más que otros. Según Matt Abrahams, profesor de comportamiento organizacional en la Universidad de Stanford (Estados Unidos), quienes usualmente son capaces de influir más en el resto son las personas con alta inteligencia emocional.
Pero, ¿qué es lo que hacen esas personas que logran inducir sus ideas en otros? Esto fue lo que dijo Abrahams al medio CNBC.
Cómo ser más persuasivos
1. Dejar de lado las “fuerzas restrictivas”. Es muy común que cada vez que estemos pensando en tomar una decisión o ajustes en algo importante, se tengan en mente tanto las fuerzas promotoras como las restrictivas.
Las primeras tienen que ver con lo que nos motiva a cambiar, y las segundas, hacen referencia a lo que impide hacerlo. En eso puede influir nuestra cultura, identidad, hábitos, reglas, personas, entre otras cosas.
“Podría darte todas las razones por las que deberías hacer algo, pero puede que eso no sea suficiente debido a las fuerzas restrictivas”, explica el experto de Stanford.
Un buen ejemplo es que, si un amigo o conocido se niega a hacer una actividad que en realidad le hará bien, en vez de explicarle una y otra vez las ventajas de hacerlo, lo mejor será acompañarlo en ese proceso.
2. Entender qué le importa a la otra persona. Abrahams menciona que a los individuos con alta inteligencia emocional se les hace muy fácil acordarse de anécdotas o detalles significativos que les han contado otras personas de sí mismas.
Y como esa acción se les da sin forzarlo, debido a su sensibilidad, eso les permite “conectar las cosas que ya haces con lo que esperan que hagas”.
Si en algún momento del futuro deseas pedirle un favor a alguien, por más pequeño que sea, deberás recordar qué es lo que le importa y también intentar ayudarlo en el caso de que también lo necesite.