Después de haber comido mucho en días puntuales, como una celebración, hay muchas personas que sienten pesadez y malestar estomacal, pero también comienzan a preocuparse por bajar de peso, pues creen que todo lo que comieron provocará sí o sí un aumento importante.
En promedio, la dieta normal de un hombre contiene 2.600 calorías aproximadamente, mientras que las mujeres podrían comer 2.000, tomando en cuenta que deben ser personas moderadamente activas —la edad y cantidad de ejercicio pueden hacer variar los números—.
Pero en fechas especiales y celebraciones, el consumo de comida puede ser mucho mayor e incluso duplicar la cifra recomendada.
Ante ello, muchas personas aseguran haber engordado varios kilos por los excesos y están en búsqueda de regularizar su dieta y volver a la “normalidad”.
Pero la realidad es que comer de forma excesiva en una sola ocasión no debiese tener mayores repercusiones en la salud. Así lo aseguró Kirsten Smith, dietista de la Academia de Nutrición y Dietética.
Aún así, hay varias recomendaciones de nutricionistas y médicos para recuperar una buena digestión y también “equilibrar” el peso, reducir la grasa y la acidez estomacal después de haber comido en exceso.
Qué hacer después de haber comido demasiado
Lo primero es la tranquilidad.
Smith, en conversación con Business Insider, explicó que “si estas celebraciones ocasionales son el único momento en el que te atiborras, entonces no hay necesidad de preocuparse demasiado por cuánto comes en exceso”.
Esto significa que, a menos que tu dieta habitual sea alta en calorías, grasas saturadas y otros, es poco probable que “engordes” por haber comido demás uno o dos días al año.
Por ejemplo, la nutricionista habló del Día de Acción de Gracias, una fecha en Estados Unidos donde se suele comer mucho más de lo que se hace en un día promedio.
“Unas pocas comidas con más calorías al año no harán una diferencia en tu peso general o tu estado de salud. Tu estómago es un órgano elástico”, aseguró. “Pero es probable que experimentes síntomas incómodos cuando esto sucede”.
Básicamente, cuando uno come demás, el estómago se estira mucho más de su capacidad habitual, lo que, según la nutricionista, puede provocar algunos síntomas como:
- Dolor de estómago.
- Hinchazón.
- Indigestión.
- Náuseas.
- Acidez estomacal.
Sin embargo, si esta semana comenzaste con incomodidades y síntomas molestos en el estómago, hay algunas recomendaciones que pueden seguir para evitarlas. Puedes utilizar estos mismos tips para sentirte mejor, después de haber comido una comida abundante.
1. Salir a caminar.
Cuando una persona camina, su estómago comienza a vaciarse rápidamente, lo que eliminaría síntomas como la acidez o el reflujo ácido. No obstante, pese a que la caminata es buena, síntomas como la hinchazón y llenura podrían perdurar varias horas más.
Lo recomendable será caminar al menos de 5 a 10 minutos. “No esperes quemar todas las calorías de la comida que comiste recientemente”, advirtió la nutricionista.
Sin embargo, la actividad física sí ayudará a mejorar la digestión e incluso a equilibrar el nivel de azúcar en sangre, que suele aumentar después de comidas copiosas. Esto quiere decir que caminar después de comer puede ayudar a que el cuerpo almacene grasa extra, pues el exceso de azúcar se puede guardar como grasa en el cuerpo.
2. Tomar agua
Las comidas de celebraciones suelen tener bastante sodio, por lo que en un día podrías estar excediendo el consumo recomendado. A raíz de ello, puedes sentir hinchazón.
Para ello, lo mejor será tomar agua o una bebida baja en calorías, pues “beber agua puede ayudar a eliminar parte del sodio de los alimentos que ingeriste”, aseguró Smith en el artículo.
“Pero tenga cuidado de no beber mucho justo después de comer, ya que esto puede expandir aún más su estómago y provocarle dolor”, advirtió la experta.
Lo ideal será hidratarse periódicamente, pero en porciones limitadas de 120 a 250 ml. aproximadamente, durante el día.
3. No acostarse
Después de comer bastante, es probable que tengamos muchas ganas de echarnos en la cama o el sillón e incluso dormir una siesta. No obstante, los estudios apuntan a que el cuerpo necesita estar erguido o sentado para que el estómago pueda vaciarse con más rapidez.
Además, acostarse justo después de comer puede aumentar el riesgo de tener reflujo ácido, pues se involucran los músculos que “mantienen” al ácido en su lugar.
4. Planificar lo que comerás después
“Muchas personas sienten que una vez que han comido demasiado, han arruinado el día y deben continuar con ese hábito durante el resto de la jornada”, dijo la nutricionista.
Pero esto no debe ser así. Por ello, una estrategia es planificar qué comerás después para poder recuperar el ritmo con mayor facilidad.
En esta línea, después de haber comido de forma abundante, lo mejor será pensar que la próxima comida ojalá sea un poco más saludable y que incluya proteínas, frutas y verduras. Así, se puede romper el ciclo de comer en exceso.
5. No sentirse culpable
Es normal sentir estrés por haber comido “mal” en ciertas ocasiones, sin embargo, no hay de qué preocuparse: es muy poco probable que aumentes de peso o que comiences a tener problemas de salud si te excediste uno o un par de días.
Los problemas se originan cuando son hábitos cotidianos.
“Intenta evitar cualquier posible sentimiento de culpa después de comer demasiado”, aconsejó Smith. De hecho, la nutricionista explicó que sentirse culpable por comer en exceso puede llevar a hábitos alimentarios poco saludables o desordenados con el tiempo.