En la temporada de verano, la mayoría de las personas pasa sus días en las piscinas o playas para sortear las altas temperaturas. Lo anterior provoca a que se esté mucho más expuesto a los rayos del sol, si se compara con otros meses del año.
Los daños que puede generar la radiación ultravioleta en la salud dependerán de la piel de cada persona, además del tiempo de exposición. Algunos de los efectos que se pueden presentar son el envejecimiento prematuro, lesiones oculares y cáncer de piel.
Por lo anterior, es esencial que tanto niños como adultos apliquen medidas para cuidar la piel y prevenir los daños. Y dentro de todas las precauciones que se deben tomar, una de las más significativas es el uso de protector solar.
Para James Anderson Vildósola, dermatólogo y académico de la carrera de Medicina de la Universidad Andrés Bello (UNAB), el protector solar que se debe usar varía según cada edad.
Cuáles son los protectores solares que debes usar según tu edad
Desde la perspectiva de Anderson, en el caso de los niños menores de seis meses no es recomendable utilizar protectores solares.
“Se sugiere, en su lugar, permanecer en áreas sombreadas y utilizar barreras físicas, como sombreros, ropa que cubra completamente la piel, paraguas, quitasoles o el cobertor propio de los coches”, asegura el especialista en un comunicado.
Únicamente si no se pueden tomar esas alternativas, “se podría considerar la aplicación mínima de un filtro mineral formulado específicamente para pieles pediátricas, con un factor de protección solar (SPF) no inferior a 30″, cuenta el dermatólogo.
Si se trata de niños entre 6 meses y 2 años, Anderson sugiere que se debe optar por protectores solares “diseñados concretamente para la población pediátrica”.
Lo anterior obedece a que esa clase de productos poseen óxido de zinc o dióxido de titanio, “moléculas que tienen menos probabilidad de causar irritaciones cutáneas al momento de su aplicación”.
“Aunque la formulación de estos productos ha mejorado notablemente en términos de textura y fluidez en los últimos años, es importante señalar que su aceptabilidad cosmética podría aún situarse en un escalón inferior con respecto a los filtros químicos convencionalmente empleados en la población adulta”, afirma el especialista.
Ahora, con respecto a los adultos, hay una oferta más variada de fotoprotectores: puede escogerse según la necesidad, preferencia o si es que hay alguna enfermedad a la piel.
“Las cremas son ideales para pieles secas y para aplicar en el rostro, mientras que los geles son idóneos para las pieles grasas y áreas con vello. Las barras son útiles para aplicar alrededor de los ojos o para los labios”, cuenta el dermatólogo.
En el caso de las personas que sufran de acné, hay varias alternativas que son “oil free” o “no comedogénicas”. También están los filtros minerales, que puede ser más recomendados para “pieles sensibles”.
Para finalizar, el académico de la UNAB apunta que una de las consideraciones más importantes es reaplicar el protector solar cada dos horas, “independientemente del factor de protección, o posterior a la sudoración o exposición al agua”.
Al momento de hacer la elección también es fundamental priorizar “aquellos que tengan un factor protección solar de 30 a 50, de amplio espectro, lo que implica protección contra los rayos UVB y UVA, y que sean resistentes al agua, mitigando riesgos como el envejecimiento prematuro y el cáncer de piel”.