Qué significa que una persona busque siempre la aprobación de los demás, según la psicología
Las personas que buscan validación externa todo el tiempo podrían tener problemas para poner límites saludables, expresar sus propias opiniones y vivir tranquilas. Esto es lo que dice una psicóloga.
Existen personas que necesitan ser validadas por el resto para sentirse tranquilas. Tanto así, que suelen cambiar su personalidad y comportamiento, e incluso sacrifican su salud mental para agradar a los demás. Suelen no expresar sus propias opiniones e, incluso, les cuesta decir “no” frente a favores o tareas que realmente no quieren hacer.
Este tipo de conductas podría tener un significado más profundo, según la psicóloga Lesli Peña. En la plataforma Psicología y Mente, la experta explicó que pueden haber experiencias pasadas y creencias personales que les hacen ser así y que impacta en su bienestar emocional.
¿Qué significa que una persona busque aprobación de forma constante?
1. Tienen inseguridades y sienten que no pertenecen
Cuando sienten constantemente la necesidad de recibir validación externa y agradar, esto suele significar que son personas que no tienen mucha confianza en sí mismas.
Desde pequeños, se nos enseña que agradar al resto puede ayudarnos a evitar conflictos y, por el contrario, recibir cariño y aceptación.
Entonces, la persona que no confía en que es merecedora de ese cariño por ser quien es, suele cambiar de personalidad o comportamientos para intentar agradar a los demás.
Sin embargo, convertir esta necesidad de aceptación en una prioridad constante “puede transformarse en un obstáculo para el desarrollo personal”, pues generará ansiedad, baja autoestima e incluso, podría hacer que la persona tenga dependencia emocional de alguien más.
2. No valoran sus propias capacidades
Las personas que buscan agradar al resto constantemente suelen tener dificultades para valorar sus capacidades sin la opinión de alguien más. Por ejemplo, no pensarán que son buenos en su trabajo hasta que algún compañero o jefe se lo resalte.
En línea con lo anterior, esto significaría que esa persona depende emocionalmente de cómo los demás lo perciben. Suelen creer que el único valor que pueden tener es el que los externos reconocen en ellas.
“Como consecuencia, el individuo puede priorizar las necesidades y expectativas de los demás sobre las propias, alimentando un ciclo de insatisfacción y dependencia emocional que resulta difícil de romper”.
3. No saben poner límites
De la mano con todo lo mencionado anteriormente, depender de la opinión del resto hace que este tipo de personas tenga muchas dificultades a la hora de establecer límites saludables en relaciones de amistad, amor o trabajo.
Por ejemplo, si un jefe le pide quedarse varias horas más para terminar un proyecto, dirá que sí al instante (incluso aceptará no ser remunerada) con tal de agradar y ser validada por su superior.
Preferirán ponerse incómodas a sí mismas que arriesgar a que los demás los vean como un problema, lo que los pone en un estado de constante alerta que, a todas luces, no es sano.
Cómo dejar de buscar validación externa según los psicólogos
Según explicó un artículo de El Confidencial, es posible superar la necesidad de que el resto valide o apruebe lo que uno hace, aunque “requiere de un proceso de autoconocimiento y trabajo interno”.
Lo ideal es cambiar la perspectiva de la vida e identificar las emociones y necesidades que tiene uno personalmente, y darle mucha más importancia a cómo uno mismo se enfrenta a estos sentimientos.
La relevancia debe residir en lo que uno piensa de sí mismo, y no en las opiniones externas: “Desarrollar una autoestima sólida y practicar la autoaceptación son pasos clave para romper con este patrón”.
Actualmente, existen terapias psicológicas con especialistas que pueden guiar a quienes sufren de este problema. En especial, la terapia cognitivo-conductual suele tener buenos resultados, según los más recientes estudios.
Y es que para una persona que está acostumbrada a vivir así, puede ser difícil salir de ese círculo vicioso.
El enfoque de retrospección de la cognitivo-conductual puede ayudar al paciente a identificar y reestructurar las creencias que se le impusieron de pequeño y, ahora, darles otro significado.
“Reconocer este comportamiento y trabajar en él no solo libera a las personas del peso de la aprobación ajena, sino que también les permite establecer relaciones más auténticas y vivir con mayor tranquilidad emocional”.
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