Están en distintos puntos de las ciudades de Japón, pero aún más en los santuarios sintoístas o en el camino que conduce a ellos. También se les puede ver en bosques o flotando sobre el agua. Su majestuoso tamaño, su forma única y color rojo brillante permiten reconocerlos fácilmente. Y a pesar de que son construcciones que parecen ser sencillas a la vista de los visitantes que no las conocen, la realidad es que están llenas de complejidad por su significado y tradición.
Hablamos de los torii, los arcos o puertas que son uno de los símbolos más característicos de la arquitectura y religión del país asiático.
Qué caracteriza a los torii
Estas construcciones se conforman por dos pilares de gran altura, situados de forma paralela, que en la parte superior están unidos por otros pilares horizontales, lo que en conjunto les da la apariencia de un arco. Algunas de las puertas llevan leyendas inscritas en sus vigas.
La madera es el material con el que se optó por construirlas en el pasado, en particular, con la madera de los árboles alcanforeros. Otros más modernos han sido elaborados con acero, cobre u hormigón. Comúnmente son de color rojo, dado que se cree que esta tonalidad puede brindar protección y vitalidad.
Qué significado tienen los torii
No es al azar que gran parte de los torii están emplazados en el camino que lleva a los santuarios o al lado de ellos. El hecho que sean instalados en esos puntos obedece a una sola razón: representan la línea que divide el mundo sagrado del profano.
Cuando las personas pasan por debajo de un torii significa que están ingresando a un terreno considerado espiritual, por lo que deben realizar una reverencia antes de cruzar.
Además, en Japón se percibe a los torii como algo que aleja a los espíritus malos y atrae la buena suerte.
Existen otros portales sagrados que no están al inicio de un templo, pero que pueden indicar que hay alguno relativamente cerca. Mientras que otros son ubicados en puntos más inesperados, con el fin de mantener la tradición y arquitectura japonesa.
Su origen aún no ha podido ser dilucidado, lo que ha dado pie a que surjan varias teorías al respecto. Algunas apuntan a que estas puertas son importadas de otros países, pues se ha visto que en países como India, China y Tailandia hay estructuras un tanto parecidas.
El primer arco del que hay registros confiables en Japón corresponde al período de Heian, aproximadamente en el año 922.
El nombre torii proviene de dos kanjis (sinogramas del idioma japonés): tori, que se puede traducir como pájaro, y la terminación i, que quiere decir lugar. Todo ello se puede entender como “lugar para los pájaros”. Esto también tiene un significado especial, dado que en la religión sintoísta los pájaros son seres que pueden ayudar a enviar mensajes a los kami, es decir, las deidades y seres sobrenaturales.
Arcos que sobreviven a desastres
Además de ser considerados sagrados, los torii se han transformado en un símbolo de resiliencia y vigor en Japón, dado que han enfrentado varias diversidades a lo largo de la historia.
Un ejemplo de ello es el arco del Santuario Sanno, ubicado en la ciudad de Nagasaki. Tras las explosiones de bombas atómicas que afectaron a la ciudad en 1945, donde miles de personas perdieron la vida, una columna del torii fue derribada. Otra logró sobrevivir milagrosamente al desastre, pese a que a solo 800 metros había ocurrido la explosión.
A siete décadas del devastador ataque, hasta el día de hoy esa columna del torii se mantiene en pie y es considerada una figura de resistencia. Además, hay fotografías de otro arco que habría quedado erigido en Nagasaki.
Otro caso es lo que ocurrió con el terremoto y tsunami que afectó a Japón en 2011. Luego de la catástrofe que azotó al país asiático, una vez más quedó expuesta la durabilidad de estas puertas sagradas. No fue un torii, sino que varios los que pudieron sobrevivir en las ciudades japonesas.
Existe una larga lista de estos arcos que son visitados por los japoneses y los turistas interesados en este símbolo de la arquitectura japonesa. Uno de los más famosos es Fushimi Inari-Taisha, santuario sintoísta dedicado a la diosa Inari, donde es posible encontrar 10 mil torii perfectamente alineados. En conjunto, las estructuras forman un extenso y mágico laberinto.