Las uñas son una de esas zonas del cuerpo a las que no les dedicamos demasiada atención en el día a día, a excepción de cuando deseamos cortarlas o decorarlas para que tengan una mejor presentación.
Esas pequeñas y convexas estructuras están formadas por células muertas que tienen queratina, la misma proteína de la que están hechos los tejidos del cabello y la capa más externa de la piel.
Además de aportar a la estética, las uñas cumplen con una función clave en nuestra salud: son la barrera protectora de las zonas más sensibles de los dedos, lo que evita que sufran una serie de lesiones y daños.
Y aunque por lo general no presentan mayores dificultades, hay ocasiones en que su aspecto podría ser un indicio de que algo no está completamente bien en nuestro organismo. En ese sentido, una de las señales que alertan que hay algún problema de salud es cuando presentan las llamadas líneas de Beau.
Qué son las líneas de Beau
Las líneas de Beau son surcos que se presentan de manera horizontal o vertical, como consecuencia de una disminución del proceso de crecimiento de una uña o más. Se les puede ver tanto en las manos como en los pies y no son una patología, pero es importante identificarlas a tiempo.
Los factores que pueden provocarlas son variados, entre ellos, enfermedades que causan fiebre alta (neumonía, sarampión o Covid-19), tratamientos como la quimioterapia o retinoides, infecciones, traumatismos frecuentes en esa zona del cuerpo e incluso déficit de vitaminas y nutrientes. Lo importante es prestar atención si las uñas presentan este tipo de líneas anormales, ya que podrían ser indicador de que existe un problema de salud grave que debe ser diagnosticado y tratado de manera temprana.
De acuerdo a Cleveland Clinic, las personas que sufren de deficiencia de zinc podrían estar más expuestos a presentar líneas de Beau y otros daños en las uñas.
El zinc es un nutriente que desempeña un rol clave en la salud, ya que permite que el sistema inmunitario funcione correctamente, participa en el crecimiento de células y favorece en la cicatrización de heridas.
Se le puede encontrar en una gran variedad de alimentos como carnes, pescados, nueces, cereales integrales, huevos y otros productos lácteos.
Cuáles son los otros problemas que aparecen en las uñas
Además de las líneas de Beau, existen otras anomalías que podrían mostrar las uñas de nuestro cuerpo y que no deberían ser ignoradas.
Una de ellas es la coiloniquia, que es cuando las uñas tienen una forma cóncava en lugar de crecer rectas. También se les conoce como uñas de cuchara.
Desde Cleveland Clinic indican que, en gran parte de los casos, esa anomalía se produce de manera gradual. Al comienzo la uña se ve plana, hasta que poco a poco se forma la hendidura en el centro y al final el hueco es tan notorio que podría albergar una gota de agua.
La principal causante de este problema es la deficiencia de hierro, ya sea por la incapacidad de absorberlo adecuadamente, falta de hierro en la dieta, pérdida de sangre o sufrir enfermedades celíacas, describen desde el centro médico. También podrían provocarlo enfermedades como el lupus, cardiopatía, síndrome ungueal-rotuliano, diabetes mellitus, hipotiroidismo y psoriasis.
Otra anomalía a la que está expuesta esta zona del cuerpo es la leuconiquia, que es cuando aparecen pequeñas manchas blancas esparcidas en el lecho ungueal. Debido a que esas manchas no se mueven a medida que la uña crece, es fácil identificar la anomalía.
Algunos de los factores que pueden favorecer su aparición son los traumatismos repetidos, psoriasis, insuficiencia cardíaca, diabetes y cirrosis hepática.
Cuando las uñas pasan de ser rosadas a amarillas, verdes o negras también debería ser motivo de preocupación: es altamente probable que estén infectadas por un hongo, problema que se conoce como onicomicosis.
De acuerdo a Mayo Clinic, cuando la infección se vuelve cada vez más profunda en la uña no solo provoca cambios en su tonalidad, sino que también que luzca mucho más gruesa, se separe del lecho ungueal y tenga mal olor.
El hongo más común que lo provoca es el llamado dermatofito, que tiene la capacidad de usar la queratina para nutrirse.
Cómo cuidar tus uñas
Teniendo en cuenta que las uñas tienen un desempeño importante en la salud más allá de solo lo estético, cuidarlas adecuadamente es un paso necesario para prevenir posibles daños o problemas de gravedad.
De acuerdo a Mayo Clinic, algunos de las estrategias que debes realizar con frecuencia en tus uñas son:
- Tener buena higiene. Para este paso puedes recurrir a un cortauñas o tijeras de manicure. Lo ideal es cortarlas en una línea recta, para después redondearlas paulatinamente en los extremos.
- Utilizar crema humectante. Cada vez que ocupes este tipo de producto en tus manos, procura también esparcirlo hacia tus uñas y cutículas.
- Tratar de tenerlas secas. El contacto constante con el agua provoca que se genere humedad en los rincones, lo que puede favorecer el crecimiento de bacterias. Por lo mismo, intenta secar tus manos o uñas cada vez que puedas.
- Usar una capa adicional de protección. Si bien las uñas por naturaleza son una estructura resistente, utilizar un endurecedor de uñas puede hacer que estén aún más fortalecidas.
- No morder uñas ni cutículas. Estos malos hábitos pueden provocar daños en el lecho ungueal y aumentan el riesgo de que los hongos y bacterias aparezcan en esa zona.